Publicado hace 6 años por doctoragridulce a elconfidencial.com

David George Haskell es un observador paciente. En el transcurso de un año estuvo examinando un único metro cuadrado de un bosque de Sewanee, en Tennessee, donde enseña Biología y Estudios Ambientales. Aquellas observaciones, a medio camino entre el diario íntimo y la divulgación científica, fueron el germen de su primer libro, 'En un metro de bosque', que fue finalista del premio Pulitzer de 2013. Ahora Haskell utiliza sus dotes de análisis y percepción para describir en su nueva obra 'Las canciones de los árboles'.

Comentarios

Guanarteme

#10 ....... lol

Dravot

un biólogo descubre a los Ents...

D

#1 el tipico truco populista del tipico medio neoliberal
para desp d alegrase el mismo dia
por la peste del glisofato y
desp d decir ademas que ls agricultores todos lo querian ,
qedar d amante a la naturaleza y tal y tal
-

D

#3 de las ingles?

ikatza

-Los datos son satisfactorios, pero debemos mantener la política de reducción de oxígeno una década más para que el cambio climático sea irreversible.
-Excelente, a medio plazo la civilización humana colapsará y podremos heredar la tierra.
-¡Tío que nos están escuchando!
-Tralarí tralará, nosotros ser árboles tontos.

Catapulta

#17 Como biólogo, repito que todo eso son bobadas. Por ejemplo, que una planta responda a estímulos no es ni inteligencia, ni percepción, ni nada. Es simple y llanamente el mismo mecanismo que el de un ser unicelular. Detectar estímulos y responder a ellos es de lo más básico de la vida y es tan mecánico como que hagas un aparato que detecte sonidos de oruga y que al detectarlo les pegue una llamarada. No hay inteligencia, ni sentimientos, ni análisis, ni miedo, ni nada. Solo evolución y mecanismos biológicos.

Por algún motivo la gente toma la biología como algo sencillo y sometible a debate público.

D

Ahora ser vegano provoca sordera

anv

Serán algunos árboles...

.

L

#7 De qué peli es?

anv

#20 De La Historia Interminable.

L

#22 Pero ¿la primera? ¡¡No la he reconocido!!

anv

#23 No, creo que es de la segunda que era bastante mala pero bueno... ¿o sería de la 3?

L

#24 Ahhh! Ya me había preocupado

L

#26 ¡Diox! Creo que no la he visto (la primera sí, unas cuantas veces, por eso me había preocupado).
Y ahora NECESITO verla. ¡Qué malvados más ochenteros!

Y de paso nos vemos el cristal oscuro

anv

#27 La segunda y la tercera no eran muy buenas, pero por nostalgia no está nada mal... yo las vi hace mucho justamente porque me encantó la primera y quería más, pero la verdad poco me acuerdo de las otras dos.

(Y del cristal oscuro me suena que hay una segunda parte)

Esfingo

Esta gente da mal nombre a los biologos

Catapulta

#12 Como biólogo doy dos opciones:

Este hombre esta loco o tonto.

O

Este hombre sabe atraer locos o tontos para ganar dinero.

D

#15 http://naukas.com/2017/10/25/cuantos-sentidos-tiene-una-planta/
https://qz.com/1116991/a-biologist-believes-that-trees-speak-a-language-we-can-learn/
¿Y si los árboles hablasen? [ENG]

Hace 6 años | Por --368612-- a qz.com

https://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2017-11-08/biologo-arboles-hablan-idioma-aprender_1473468/
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Extraido del articulo "Los hombres que miraban fijamente a las plantas " de José Luis Fernández Casadevante
un antiguo experto en polígrafos de la CIA llamado Cleve Backster, al que se le ocurrió conectar un galvanómetro a una planta de su despacho. Al principio no recibió respuestas, pero p ara su sorpresa cuando pens ó en hacer daño a la planta para estimularla el polígrafo se volvió loco. Un resultado que llevó a Backster a obsesionarse con la realización de investigaciones que demostrasen c ó mo reaccionaban distintas plantas ante pensamientos positivos o negativos sobre ellas, así como la existencia de una memoria vegetal o la capacidad de estas para familiarizarse con las personas.

Recientemente el periodista y profesor de la Universidad de Berkley, Michel Pollan actualizaba los debates científicos sobre la inteligencia de las plantas, valorando si se puede hablar de una “neurobiología vegetal”, e n un breve y recomendable texto traducido como Tesis, antítesis y fotosintesis . En é l plantea c ó mo la planta tiene que encontrar todo lo que necesita y defenderse sin moverse de su sitio. Hace falta un aparato sensorial muy desarrollado para ubicar el alimento e identificar las amenazas. Las plantas han desarrollado entre 15 y 20 sentidos diferentes, entre ellos cinco homólogos de los nuestros: olfato y gusto (sienten y responden a los productos químicos contenidos en el aire o en sus propios organismos), vista (responden de maneras distintas a las diversas longitudes de onda de la luz y también a la sombra) y tacto (las plantas trepadoras y las raíces “saben” cuándo se topan con un objeto sólido). Y también oído: Heidi Appel, ecóloga especializada en química de la Universidad de Mis so uri, ha descubierto que cuando se reproduce una grabación en la que se oye a una oruga masticando una hoja, la planta pone en marcha mecanismos genéticos para generar productos químicos defensivos.

Así que, más allá de las disquisiciones terminológicas, este debate sobre la inteligencia de las plantas resulta muy inspirador para reflexionar sobre la inteligencia o estupidez de una sociedad aterradoramente despreocupada de su ecodepencia. Extraemos de la naturaleza los recursos que nos permiten sostener nuestra vida y a largo plazo cualquier idea de buena vida debe garantizar la reproducción de los ecosistemas naturales de los que depende, sin ellos no hay modelo socioeconómico perdurable en el tiempo.
Nuestra preocupación por la inteligencia artificial o por saber si hay vida inteligente fuera del planeta son metáforas perfectas del desapego por lo material (agua, clima, tierras de cultivo, cuerpos…) de una matriz de pensamiento científico-productivista. Una inteligencia ecológica necesitaría de lo que Sousa Santos llama un acto de justicia cognitiva global , sustituyendo la monocultura del conocimiento científico por una ecología de saberes ( locales, campesinos, indígenas, cosmopolitas…) que lo complementen con otras formas de saber y de producir conocimiento. Un a manera de avanzar hacia las culturalezas que plantea Narciso Barrera donde prácticas culturales y naturaleza se se encuentran, superponen, condicionan y retroalimentan hasta convertirse en un misma cosa.
http://www.levante-emv.com/comunitat-valenciana/2017/11/09/jovenes-hablan-plantas/1638998.html

D

Menéame=Maguféame. tinfoil tinfoil tinfoil tinfoil tinfoil tinfoil tinfoil

D

Se fumó el árbol.

D

Hay que aprender a comunicarse con la naturaleza y amarla

D

Al final va a resultar que los de El Vosque tenían razón

fernandoar

Un buen tripi y no te imaginas las conversaciones tan profunda que puedes tener

tboein

Unos comentarios graciosísimos los de esta noticia.