Uno de los aprovechamientos que se ha hecho tradicionalmente de la lana de las ovejas ha sido la confección de colchones para el descanso. En la localidad de Magallón (Zaragoza), Leonor Marquina y su marido fueron durante 50 años los colchoneros de la localidad y de los pueblos del entorno. Aunque hace varios años que Leonor dejó el oficio de colchonera, en el año 2006 decidió parar un colchón como en otros tiempos lo hacía. Monesma documentales
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Pero a partir de aquella se empezaron a usar los de muelles y desaparecieron a toda leche. El chisme era calentito de narices, pero también incómodo, se hacía un hueco donde se solía poner el cuerpo y no se deshacía salvo desarmando el colchón y vareándolo. Y me imagino que los somieres tampoco serían nada del otro jueves que ayudará mucho.
Se compran colchones de laaaaana!!!!!"
Furgoneta con megáfono. Parte de mi infancia.
Eso fue justo la etapa siguiente, lo comentaba con la parienta y se me había olvidado. Hubo unos años en que la lana debía costar un dinerillo.
Yo dormí en colchón de lana y vareé los colchones de mi caza que se hacía cada 6 meses. Y se dormia muy bien. Claro, si se varea la lana cada 2 años o más, te encuentras con bolas de lana clavándose en los riñones.
Aún así, mis padres no tardaron en cambiar loa colchones, y yo me libré de varear la lana, que suponía un día entero cada colchón para que quedase muy "esponjosa" la lana.