Hace 3 años | Por --564530-- a elmundo.es
Publicado hace 3 años por --564530-- a elmundo.es

La tradición dicta que los autores de obras revolucionarias suscitan primero la oposición y luego el reconocimiento público y el silencio de los disidentes. El caso de Schoenberg es único porque, después de un inicial reconocimiento de su talento, provocó hasta el fin de sus días una hostilidad e incluso un odio que no admite comparación en la historia de la música [...] Mientras los pintores expresionistas se rebelaban contra la exigencia de imitar "las formas exteriores de la naturaleza", Schoenberg proponía la "emancipación de la disonancia"

Comentarios

Batallitas

A mí me encanta la Noche Transfigurada, pero debo confesar que también se la pongo a todo volumen a mis vecinos de abajo cuando se ponen a gritarse y a insultarse. Mano de santo, oiga.

casius_clavius

Yo no le odio, pero me duermo con sus obras.

D

#1 A mí, personalmente, me parece una música más melódica y espontánea, y menos árida y teutona, de lo que se suele decir. A la Serenata hasta le noto un cierto aire mediterráneo:

Aunque igual es cosa de la mandolina, como en la Nachtmusik de la Séptima de Mahler

p

Sin leerlo, seguro que alguien que componía reaggeton

p

lo suyo no fue valor, fue heroismo ciego. Ahora estamos acostumbrados a esos sonidos y los escuchamos en películas y televisiones y no nos sorprenden pero en su momento debió de ser escandaloso, como lo de Stravinsky. La gente quiere seguir escuchando lo que ya está hecho, repeticióones de lo recordado.