Hace 2 años | Por --703313-- a diariodepontevedra.es
Publicado hace 2 años por --703313-- a diariodepontevedra.es

Según he podido saber hay algo peor que un domingo por la tarde escolar. Tengo un recuerdo tan nítido de los domingos por la tarde de mi infancia, esa desazón, la desesperanza por la proximidad del lunes, especialmente evidente a las cuatro, a las cinco, a las seis. Llegadas las siete, las ocho, sentía un extraño alivio, el de la certeza, la renuncia por la creciente cercanía del día siguiente. Ya no había nada que hacer.

Comentarios

D

"Pues miren qué les digo: peor que los domingos por la tarde infantiles son los domingos por la tarde de la mediana edad. Una representación de Hamlet en cada casa es eso, un lentísimo languidecer y un poco crisis de identidad. ¿Es esta la vida que anhelaba? ¿Qué sentido tiene este trabajo que hago? ¿Debería estudiar oposiciones?".

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Fuimos a los autos de choque!




Lo siento, tenia que hacerlo.

D

Pues yo recuerdo que los domingos por la tarde lluviosos cuando eras niño o adolescente eran lo peor, ahora los domingos son para descansar y relajarte.

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Yo lo que más odiaba de los domingos por la tarde era el futbol obligatorio.
En la radio todas las emisoras con algún puto partido o con música tipo los cuarenta principales. En la tele el partido y luego la interminable moviola con las jugadas de todos los partidos, repetidas una y otra vez.
Jugar con amigos, imposible, todos con el partido.
Daba igual que me pusiera a leer en mi habitación, el ruido del partido se colaba, y el bérrido multidinario cuando marcaban gol.

En su momento no me apunté a ¿Movistar? porque no había ninguna opción que no incluyese futbol. Me perdí la MTV, canal ScFy y TCM pero no me daba la gana que me obligasen a tener futbol.
Hoy día entre Netflix y podcast ya no tengo que tragar con el futbol. Incluso ya no se oye ese ¡¡¡Goool!!! por todo el barrio.