Eugenio Jofra Bafalluy tenía 24 años y fecha de boda con su novia cuando un día se quedó sin tabaco y cruzó la calle para comprar un paquete de Ducados. En el bar cantaba como los ángeles una chica de 26, muy guapa, con la que había coincidido al coger el autobús. Se acercó a preguntarle su nombre. Concepción Alcaide se lo dijo. También de dónde era, un pueblecito de Huelva. “La morena más guapa de Sierra Morena”, respondió aquel hombre de casi dos metros.
Comentarios
Emotivo el artículo, sin duda.
Una lástima esta historia. Está claro que el dinero no es lo más importante. Encontrar tu pareja ideal es la mayor de las fortunas. Perderla antes de tiempo, una de las mayores desgracias.
Hasta siempre, Eugenio.
#5 Vas perdiendo gente a lo largo de la vida pero hay palos que jamás se olvidan y algunos te dejan para siempre tirado aunque no te mueras en ese momento de golpe
#9
Así es, lamentablemente.
#5 Más que el dinero, tras leer el artículo, yo diría que el éxito tal y como comúnmente se define.
Estando en Madrid a finales de julio de 1987 fui a recoger a una amiga que trabajaba en el hotel Wellington en C/Velazquez. Entré al bar del hotel por una entrada que daba a la C/Villanueva a comprar un paquete de tabaco (Habanos solía fumar) y, sobre todo, por curiosidad. Mientras cerraba la puerta eché un vistazo buscando la máquina expendedora. Los servicios a la izquierda, la barra al frente atendida por un camarero con chaleco y pajarita y a la derecha cuatro mesitas, la última ocupada por una pareja a la que me quedé mirando sorprendido 5 ó 10 segundos. ¡Jod..! ¡Eugenio, el humorista! Dudé un segundo si acercarme, pero pensé que posiblemente estaría harto de gente dándole la barrila.
Me acerqué al camarero y sin tiempo ni para darle las buenas tardes me informa que el bar es solo para clientes del hotel. Me dio el tiempo justo de abrir la boca antes que con un "Por favor" me indicara la puerta con la mano derecha inclinando un poco la cabeza. Pasé de follones, pensando en mi amiga. Mientras me giraba escucho voz de Eugenio llamando al camarero por su nombre (no recuerdo cual era) y diciéndole que me esperaban. Se levantó, en dos zancadas se plantó enfrente de mí, me ofreció la mano mientras me preguntaba que iba a tomar. Negué con la cabeza. Un "Nada, gracias..." que tenía en la garganta ni salió.
Diez minutos estuve sentado frente a Eugenio y la chica con la que estaba. Morena, pelo largo y aun hoy no consigo recordar su rostro. Les comenté lo del tabaco... lo de mi amiga... que habrá salido ya... voy a mirar.... Salgo y ahí estaba Olga mirándome sorprendida al verme salir del bar. Le indico que se acerque, que entremos. Niega enérgicamente con la cabeza. Me acerco a ella "Quiero presentarte a alguien". Le cojo la mano, entramos y... no estaban. El camarero me dice que han pasado hacia recepción. Miro a mi amiga que, con el ceño fruncido me pregunta "¿Qué has hecho esta vez?"
Antes de irnos le pregunté al camarero (que ahora sí sonreía) si habían pagado la consumición o (como suponía) la habían cargado a la habitación y, en este caso, la posibilidad de anular el cargo. Saqué un billete de quinientas pesetas "Cóbreme y quédese el cambio" "Gracias señor (que mal me sentó ese "señor"). Aun no he pasado la nota."
"Ah¡ Y un paquete de Habanos, si tiene por favor" Pero no, no tenían. Abrió un armarito al lado de la cafetera. Ducados, Winston y Camel. Le señalé el Camel. "Son 180, por favor" me dijo sin soltar el paquete. Saqué otro billete, esta vez de doscientas pesetas. ¡¡Ahí estaba el tipo, mirándome con mis 700 pavos en la mano!! "Las vueltas... veinte, no?... del tabaco" "Oh! Claro, perdone señor".
Mientras salíamos noté (me imaginé) la risa contenida de mi amiga... "Idiota" me dijo ya en la calle entre risas.
Aquello me confirmó lo de "Pensar antes de hacer"
Ah¡ desde entonces fumo Camel... y sigo siendo gilipollas.
#17 Me encantó tu anécdota y tu prosa.
#21 Gracias caballero. Debo confesarle que el estilo y forma no es mio. Me resulta complicado y lento utilizar el teclado por las secuelas físicas de varios accidentes laborales y con la edad... Suelo utilizar un par de herramientas de voz a texto, pero más habitualmente es una de mis nietas la que escribe, a su estilo.
#23 Mérito compartido, entonces. Nuevas felicitaciones. Espero algún artículo/relato por aquí de tan entrañable colaboración... Salud.
Eugenio era un genio! Así de sencillo.
Un tipo que 30 años después, en esta época en la que todo avanza a ritmo frenético, y sigue estando vigente, es un crack. Así de sencillo.
#1 Yo creo que Eugenio era excepcional en una faceta, la de contar chistes, en el resto, por lo que cuenta la gente que lo conoció y trató, era bastante desastre. Con desastre no me refiero, ni mucho menos, a que fuera mala persona, si no que la vida, por las circunstancias que fuera, no le daba para ordenarse y él iba avanzando dando tumbos.
#3
Su vida privada era suya. Y este hombre no hizo daño, al contrario.
En cambio, tenemos a banqueros, políticos, militares y demás gentuza, que nos amargan la existencia cada minuto.
#3 por lo que dice la noticia, es así. Pero me gustaría que no hablaban tanto con eufemismos (Eufemio??? Jejeje), pues no termino de entender. ¿Dando tumbos? ¿Qué tumbos?¿Desordenado? ¿No recogía los calzoncillos o qué?
Edito: es bastante habitual en los genios ser así. Simplemente con ser famoso ya tienes un riesgo vital importante: drogas, mujeres accesibles*, amistades interesadas...
*Atractivo especial al sexo que te guste, quiero decir, por lo que es más complicado comprometerse. Que es fácil acceder a la tentación, quiero decir.
#7 Hay gente que necesita a otra persona para estar bien, en este caso se ve que era su mujer y cuando se murió pues el no supo tirar palante, luego ya pues como tienes dinero pues drogas, alcohol, otras mujeres ver si parchean pero en los pueblos se ve sobre todo con los hombres mayores que solo sabían trabajar y si se quedaban viudos o iban a la residencia o se morían al poco tiempo sin tener ninguna enfermedad, al final es la dependencia
#3 Justo eso. Y no tiene por qué ser diferente. A veces idealizamos a nuestras estrellas y pensamos que tienen que ser sobresalientes en todas las facetas, cuando generalmente es al contrario, si despunta en algo es porque deja de atender otras.
Tenía un cassette con los chistes de Eugenio que efectivamente, intercalaba las canciones. La verdad es que Conchita cantaba fenomenal.
Primera vez que lo veía sin barba. Qué cara más chula.
Muy recomendable el docu de Filmin sobre la vida de este maestro:
https://www.filmin.es/pelicula/eugenio
#13 muy bueno! También está en Prime Video:
#13 y #18 O el programa Imprescindibles dedicado a Eugenio:
https://www.rtve.es/play/videos/imprescindibles/eugenio-blanco-y-negro/5818101/
Las blancas o las negras?
#10
- Las blancas.
- ¿Y las negras?
- También.
El dinero no da la felicidad
#11 Nada te va a dar la felicidad, pero no tener que trabajar nunca más suele ayudar a poder hacer lo que te de la gana que a su vez te ayuda a estar más cerca de ser feliz, salvo que re haga feliz el trabajo, no conocí aún a nadie que sea feliz trabajando
#11 "El dinero no da la felicidad, pero la sensación es prácticamente indistinguible".
¿Groucho, Woody?