Nació en 1943 y tiene el hígado trasplantado, lo que lo convierte en claro sujeto de riesgo ante la COVID-19, pero el cantante Raphael quiso celebrar su 60º aniversario sobre los escenarios y no encontró problemas por parte de las autoridades. Tampoco sus seguidores, abrumadoramente veteranos también. En doble sesión de fin de semana –4.300 personas el sábado y unas 3.600 el domingo, según la administración del centro–, el artista saltó al escenario con la bendición de la Comunidad de Madrid y los gestores del Wizink Center.
Comentarios
Mientras haya sanitarios dispuestos a joderse la vida por salvar la suya, todo bien.
Egoísmo en estado puro.
#1 Esos son los que trabajan mientras les decimos que sus hijos no pueden ir al cole porque hay que dar seguridad a los profes...
Pues un paciente que está tratado con inmunosupresores, como él, demuestra mucho valor.
#5 cuando acabo el concierto dijo esto
Yo solo digo que si alguno de los que fueron al concierto se contagia y las pasa putas, le quedan secuelas para siempre o la palma será porque se lo habrá buscado y no me darán niguna pena. ¿No querias vivir? pues jódete y baila ahora.
Es-can-dalo, es un es-can-daló. Raphael, visionario.
Unas 8.000 personas, la mayoría grupos de riesgo. Con un optimista 1% de positivos ya serían 40 en cada concierto.