En las cálidas aguas tropicales de Bali un especímen macho de pulpo manta (Tremoctopus violaceus) se desplaza lentamente a un par de metros de la superficie. Busca a una hembra para aparearse, como casi todos. Cuando por fin encuentra una se acerca hasta situarse a su lado. Sabe que no necesita hacer ningún baile especial ni desplegar colores espectaculares para cortejarla. En realidad sabe que la hembra probablemente ni se ha percatado de que está ahí…
Comentarios
Yo encima siempre
#3 te me adelantaste
#3 #5 ¿Votantes del PP, eh? Hay vida más allá del misionero
#8 no das ni una
#11 si los de fuera de bilbao no sois cpaces de soportar 10.000 veces vuestro peso es cosa vuestra
Seguir entrando en Menéame, como siempre.
La devuelves a la asociación feminista correspondiente.
Ni amago de invitarla a cenar...
Guau... Si fuese en humanos, no le llegaríamos los tios ni a los tobillos de una tía. Un error y nos dejaría como una estampilla en el suelo.
Con paciencia y saliva, se la metió el elefante a la hormiga
Zoiber aprueba este meneo.
Follar y morir.
Pulpo y manta busca hembra para aparearse...
Sin comentarios.