Hace 6 años | Por MKitus a labrujulaverde.com
Publicado hace 6 años por MKitus a labrujulaverde.com

os romanos tenían una reconocida capacidad sincrética y por eso su religión era una adaptación de la helénica clásica latinizando los nombres; así, Zeus pasó a ser Júpiter, Hera se convirtió en Juno, Poseidón en Neptuno, Atenea en Minerva, Artemisa en Diana, Afrodita en Venus, Ares en Marte, etc. El mensajero del Olimpo, Hermes, sería asimilado a Mercurio. Pero, por encima de todo, los romanos eran prácticos y si la gente quería seguir otra fe, no ponían mayor problema.

Comentarios

D

#3 Seria mucho mejor, mas gancho mas punch

D

Poniéndole el nombre de mataron pensando

MKitus

#2 Hombre, No le iban a poner MisTetas al chacal Anubis. Se lo pensaron bien...

M

Y al final fusionaron a todos en plan OPA muy hostil, eliminando la competencia por las malas o por las peores.
Eso si, en distintos sitios se presenta con distinto nombre: Jehova, Dios, Alá, ...

D

Los romanos tenían una reconocida capacidad sincrética y por eso su religión era una adaptación de la helénica clásica latinizando los nombres; así, Zeus pasó a ser Júpiter, Hera se convirtió en Juno, Poseidón en Neptuno, Atenea en Minerva, Artemisa en Diana, Afrodita en Venus, Ares en Marte, etc.

La cosa era más compleja. En un inicio, los romanos creían en numina (singular numen), potencias divinas sin forma, nombre o sexo (aunque se les daba uno para poder referirse a ellos) que manifestaban lo divino que, según ellos, tenía todo fenómeno natural. Los romanos creían en numina de la familia (lares), de los espíritus de los muertos (manes), los genios protectores del hogar (penates), etc. Al mismo tiempo había un grupo de deidades formado por diferentes dioses nativos de carácter tutelar, los genius loci, como los dioses de los ríos o Roma como entidad protectora de la propia ciudad, por ejemplo; también se rendía culto a numerosas divinidades de carácter abstracto (Justicia, Fortuna, Paz, Concordia o Disciplina, especialmente importante en el ámbito castrense).

Sobre y alrededor de todo esto estaba el culto público a las divinidades “clásicas”, no todas ellas tomadas del mundo griego; sin ir más lejos, el dios supremo de Roma, Iupiter Optimus Maximus (equivalente de Zeus) ya existía en la península itálica. A diferencia de los griegos, los romanos no entendían que actuaran como humanos poderosos.

A todo esto hay que sumar los cultos particulares de los súbditos de un amplio imperio y, desde el ascenso al poder de Augusto, el culto imperial a la figura del príncipe, la familia imperial y a los anteriores emperadores divinizados. Además, sobre todo a partir del siglo II d. C., comienzan a expandirse cultos ajenos a la experiencia romana, como el mitraísmo o un cierto monoteísmo representado por el culto a Sol Invictus que alcanzó gran relevancia.

Cualquier corrección o ampliación al comentario es bienvenida.

Árpád_újra

Yo creia que los dioses eran seres divinos que bajaban del cielo a darnos conocimientos y sentar las bases de la sociedad. Y resulta que cuatro fumaos se los inventan... como el monstruo spaghetti.