Hace 1 mes | Por Ripio a elretohistorico.com
Publicado hace 1 mes por Ripio a elretohistorico.com

El “Wehrmann in Eisen” fue el primer “Hombre de Clavos” o “Nagelobjekte” en alemán, y pronto se erigieron muchos más en todo el Imperio Austrohúngaro y el Imperio Alemán durante la Primera Guerra Mundial. Estos monumentos servían como un novedoso método de recaudación de fondos para el apoyo militar. Las personas debían hacer una donación antes de poder clavar un clavo en el Hombre de Clavos. El valor de la donación determinaba el tipo de clavo recibido, que podía ser de hierro, plata o incluso bañado en oro.

Comentarios

Batallitas

Dato curioso: los alemanes iban tan jodidos de recursos para 1918 que tuvieron que fundir la campana mayor de la Catedral de Colonia, la Kaiserglocke, de 29 toneladas. En ese momento era la campana oscilante más grande del mundo.

https://de.wikipedia.org/wiki/Kaiserglocke

Supercinexin

La Primera Guerra Mundial, quintaesencia de la Europa Capitalista, todas las potencias dirigidas por sus burguesías y sus putas aristocracias enviando a sus pueblos a sacarse las tripas entre ellos de las formas más atroces y para mayor gloria de sus fortunas mientras para su estirpe todo seguía igual que siempre: fiestas, cenas, folleteos y contar dinero y hectáreas.

Eibi6

#2 suena bastante a la situación actual

Supercinexin

#4 Es normal: mandan los mismos.

Catapulta

leí los hambres de calvos. Adios

sevier

#3 como yo y seguro que muchos más, menos mal que tengo mucho pelo.