Hace 5 años | Por Mysanthropus a disidentia.com
Publicado hace 5 años por Mysanthropus a disidentia.com

He tenido que leer esta última semana por razones profesionales un libro sobre el papel de los intelectuales en el siglo XX, más concretamente sobre el compromiso del intelectual en el citado período. Según iba leyendo sus páginas y los distintos capítulos que lo integran, no podía dejar de pensar en el contraste tan brutal entre un ayer no muy lejano y el mundo que vivimos. En el ámbito francés, Camus y Sartre; en el italiano, los intelectuales arracimados en torno al PCI; aquí al lado, Fernando Pessoa...

Comentarios

aunotrovago

"Como ya dije, lo que hace que la izquierda sea la izquierda es el kitsch de la Gran Marcha. La identidad del kitsch no viene dada por una estrategia política, sino por imágenes, metáforas, por un vocabulario. Por eso es posible transgredir la costumbre y participar en una marcha en contra de los intereses de un país comunista. Pero no se puede reemplazar una palabra por otras. Es posible amenazar con los puños al ejército vietnamita. Pero no es posible gritarle «¡abajo el comunismo!». Porque «¡abajo el comunismo!», es la consigna de los enemigos de la Gran Marcha y quien no desee perder su identidad debe permanecer fiel a la pureza de su propio kitsch."
Milan Kundera, La insoportable levedad del Ser

aunotrovago

"Franz tuvo de pronto la impresión de que la Gran Marcha había llegado a su fin. Alrededor de Europa se cierran las fronteras del silencio y el espacio por el que transcurre la Gran Marcha no es más que un pequeño podio en medio del planeta. Las masas que antes se apretujaban alrededor del podio hace tiempo ya que se han vuelto de espaldas, y la Gran Marcha continúa a solas y sin espectadores. Sí, piensa Franz, la Gran Marcha continúa, a pesar del desinterés del mundo, pero se vuelve nerviosa y febril, ayer contra los norteamericanos que ocupaban Vietnam, hoy contra Vietnam que ocupa Camboya, ayer a favor de Israel, hoy a favor de los palestinos, ayer a favor de Cuba, mañana contra Cuba y siempre contra Norteamérica, siempre contra las masacres y siempre en apoyo de otras masacres, Europa marcha para no perder el ritmo de los acontecimientos y que ninguno se le escape, su paso se hace cada vez más rápido, de modo que la Gran Marcha es una marcha de gentes que dan saltos, que tienen prisa y el escenario es cada vez menor, hasta que un día se convierta en un mero punto sin dimensiones."

D

Inteligente artículo al que en mi modesta opinión añadiría la perspectiva de Julien Benda que le permitió en su tiempo escribir sobre la traición de los intelectuales.
En todo caso muy buen articulo