Hace 2 horas | Por blodhemn a eldiario.es
Publicado hace 2 horas por blodhemn a eldiario.es

Quienes trabajan en investigación están acostumbrados a lidiar con espontáneos que les informan de descubrimientos extraordinarios y propuestas descabelladas: exploramos las causas psicológicas y sociales de este fenómeno. El catálogo de este tipo de situaciones incluye desde personas que simplemente tienen personalidades e ideas estrafalarias a otros en los que se puede estar manifestando un problema de salud mental.

Comentarios

themarquesito

No hay charla o presentación de libro que no incluya esa temida, aunque en el caso de las presentaciones de libros suele tener la variante "más que una pregunta, quería hacer una reflexión".

f

#1 en ese caso, la respuesta es obvia "no me importa su opinión, yo he venido a hablar de mi libro"... Y listos

themarquesito

#2 Un conocido mío que presentaba libro le replicó a un individuo de esos: "mejor reflexione usted en casa"

c

#1

Que mal me sientan estas cosas.

Tienes a una persona que presenta un trabajo/libro, y cuando se ofrece la posibilidad de hablar/discutir con semejantes, siempre aparece el cernícalo para acaparar protagonismo con sus pajas mentales.

Que a veces pueden ser acertadas, no digo que no, pero que lo único que consiguen es arrebatarle el protagonismo a la persona que presenta su trabajo y matar cualquier discusión en torno a este.

c

Aunque retomando el hilo del artículo sobre personas con ideas delirantes que aparecen en actos para mostrar sus "teorias".

Me parecen muy interesantes estas observaciones "no son enfermedades, sino formas de ser, que probablemente entroncan con rasgos narcisistas o paranoicos”

"como “ilusión de profundidad explicativa”, por la cual, “cuando has pensado mucho en algo tienes la ilusión de que sabes más de lo que realmente sabes"


Pena que más de medio artículo sea de ejemplos curiosos que desarrollando estas ideas y el porqué suelen ser hombres de entre 40-70 años.

DISIENTO

Normal, los listos se callan porque son listos y dejan hablar a quienes no lo son tanto, así que se dedican a firmar libros y a reafirmar ideas.