Hasta la llegada del fotógrafo especializado en retrato policial, Alphonse Bertillon, la fotografía de los delincuentes se asemejaba a la «carta de visita», un pequeño documento parecido a una tarjeta de visita que se hizo célebre a mediados de siglo: los detenidos posan como si fuesen retratos familiares, sin guardar una homogeneidad en el plano o en la postura. Sin embargo, el «bertillonaje», que contaba con la propia silla de Bertillon donde se sentaban los detenidos, cambió el modo de observar a los delincuentes.
Comentarios
Las esforzadas y valientes fotografías policiales de los delincuentes de Nebraska.
Me mola lo del identificativo en la cabeza.
- ¿A qué precio tiene la merluza de pincho?
false friend. De bizarros nada. Esos tipos no son apuestos, ni elegantes ni tienen pinta de valientes.