«De solidaridad entre nosotros, nada. Somos como buitres. Como hay poco dinero, para un concierto que hay, hay tortas. Se habla mal de los otros, se mete mucha cizaña, a nivel incluso de que un miembro deje un grupo. La nueva ola es como una familia descompuesta y somos los parientes pobres. Los Rebeldes y nosotros» (Alaska)
A mi más interesante que esto me parecieron los grupos que salieron en los setenta. La corriente del rock andaluz con Smash, Triana o Alameda o en Barcelona los grandiosos Iceberg o los posteriores Pegasus. Grupos impregnados de rock progresivo y de jazz fusion, me parecían y me siguen pareciendo una delicia. Tanto es así que en un viaje a Barcelona me pille de una tacada toda la discografía de Iceberg, prácticamente imposible de conseguir fuera de Catalunya.
Ojo, grupos como Burning, tequila o mermelada me parecían muy buenos, pero es que a esos sí que se les veía que habían mamado el rock and roll y que se preocupaban de tocarlo en condiciones. La movida en general me pareció más un movimiento estético y transgresor más que cualquier otra cosa.
El sonido post-punk, goth, dark wave o synth pop que dominó en los 80 e inicios de 90, tuvo su fiel reflejo en la escena musical española, con grandes grupos, grandes canciones, y grandes artistas que aún hoy día siguen dando conciertos multitudinarios.
Seguramente cualquiera puede citar a más de 5 de aquellos artistas vestidos de negro y graves voces, políticamente incorrectos, que no se callaban la boca y defendían lo suyo frente a cualquiera, pero que al mismo tiempo hacían gran música.
Hoy día hay mucho grupito pseudo rockero, de base reggae / hip hop, que haciendo música de mierda sigue en el candelero a base de subvenciones de sus amiguetes de ideología. Ya se sabe, para estos lo importante es poner la mano y colocarse con porritos.
El arte que lo hagan otros. O mejor dicho, ya estaba hecho por la generación anterior.
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A mi más interesante que esto me parecieron los grupos que salieron en los setenta. La corriente del rock andaluz con Smash, Triana o Alameda o en Barcelona los grandiosos Iceberg o los posteriores Pegasus. Grupos impregnados de rock progresivo y de jazz fusion, me parecían y me siguen pareciendo una delicia. Tanto es así que en un viaje a Barcelona me pille de una tacada toda la discografía de Iceberg, prácticamente imposible de conseguir fuera de Catalunya.
Ojo, grupos como Burning, tequila o mermelada me parecían muy buenos, pero es que a esos sí que se les veía que habían mamado el rock and roll y que se preocupaban de tocarlo en condiciones. La movida en general me pareció más un movimiento estético y transgresor más que cualquier otra cosa.
El sonido post-punk, goth, dark wave o synth pop que dominó en los 80 e inicios de 90, tuvo su fiel reflejo en la escena musical española, con grandes grupos, grandes canciones, y grandes artistas que aún hoy día siguen dando conciertos multitudinarios.
Seguramente cualquiera puede citar a más de 5 de aquellos artistas vestidos de negro y graves voces, políticamente incorrectos, que no se callaban la boca y defendían lo suyo frente a cualquiera, pero que al mismo tiempo hacían gran música.
Hoy día hay mucho grupito pseudo rockero, de base reggae / hip hop, que haciendo música de mierda sigue en el candelero a base de subvenciones de sus amiguetes de ideología. Ya se sabe, para estos lo importante es poner la mano y colocarse con porritos.
El arte que lo hagan otros. O mejor dicho, ya estaba hecho por la generación anterior.
Con la perspectiva que da el tiempo, la verdad es que aparte del fenómeno estético, Alaska se revela como un gran montón de mierda.
La verdadera movida contracultural sucedió en Vigo, parece ser: Siniestro Total, Golpes Bajos, Aerolíneas Federales...