Según está establecido en la Ley General de la Comunicación Audiovisual, los prestadores de servicios de comunicación audiovisual televisiva (incluyendo operadores) tienen que destinar de manera obligatoria el 5% de sus ingresos de explotación para financiar películas, series y documentales en el ámbito europeo. Si la empresa que ofrece estos servicios de televisión es pública, el porcentaje es del 6%. El 60% de lo recaudado va a financiar películas de cine, y a su vez, el 60% de ellas ha de ser de lenguas cooficiales.
Comentarios
Para que el mundo del cine y la televisión (que no de la cultura) que es muy influyente esté contento con el político de turno y no le critique.
#3 el cine (el de verdad) es cultura, otra cosa es que utilicen ese pretexto para metérnosla doblada.
#4 Cine no es sinónimo de cultura, aunque a algunos les sale muy rentable decir lo contrario.
#6 el cine (de verdad) es un arte y si el arte no es cultura que venga Ronnie James Dio y lo vea.
#7 ¿La saga de Torrente no es cine de verdad?
#9 eso es muy opinable, pero ¿qué tiene que ver con lo que yo digo?
#9 No, del mismo modo que el destornillador comprado en el chino de la esquina tampoco es una herramienta
Porque la ley lo dice y si no te gusta haz lobby para que se cambie.
#2 No me creo que Telefónica, Vodafone y Orange tengan menos poder en este país que cuatro mataos que viven de subvenciones y de trabajos de hace 30 años.
Ay si no fuera `por las subvenciones al cine...¿De qué hablarían los cuñaos?
Teniendo en cuenta que el cine español ha recibido este año TREINTA Y CINCO putos millones...Que lo de subvencionado solo se le añada al cine ( 40000 millones para Bankia, 6000 millones para autopistas, 9000 millones para la iglesia), no sé si me da más risa que vergüenza ajena o viceversa, pero tengo clarísimo que lo politizado en este caso es ese termino y no el cine.
#8 Pareces informado ¿del nuevo canon cuanto se llevarán?
#8 Simplemente es que no habria que darles nada.
Porque somos liberales solo para lo que les interesa...
Porque el cine es una herramienta de transmisión cultural y de propaganda, y EEUU subvenciona la suya.
Proteccionismo y adoctrinamiento.