Si le preguntas a un aficionado medio por los dos Giros que ganó Miguel Indurain en 1992 y 1993, es poco probable que le venga a la cabeza un recuerdo nítido. Quizá el duelo con Chiappucci del primer año, adelantamiento incluido en la última contrarreloj, quizá Bugno vestido de lo que por entonces se denominaba maglia ciclamino y por supuesto el mítico anuncio del compresor con el que nos deleitaba Telecinco en las pausas de publicidad o el «Nessun dorma» con el que TVE iniciaba sus retransmisiones.
Comentarios
Imposible no tener en cuenta la extrema participación de las drogas y el dopaje en general en toda la narración de esa "épica".
Lo cual es una pena, porque sin duda deja en evidencia que en realidad nunca hubo épica alguna.
Sólo trampas y más trampas, através del médico que mejor consiguiera esconder esos trucos que se callaban todos los ciclistas.
Hasta que les pillaron.
A mi me gustaría saber cuanto de limpio fue el ciclismo de aquella época.
#1 No hace falta imaginarse que estarían hasta arriba, igual que lo estaban cuando oficialmente les pillaron a todos en el 98 con el caso Festina.
#3 me acabo de acordar que hay un proyecto para hacer unos juegos olimpicos del dopaje. Enhanced Games, se supone q en 2025… a ver 😂