El pulpo. Una viscosa criatura que, como aprendimos en los libros de Julio Verne, puede llegar a crecer metros y metros ahí abajo, en el submundo marino. Un peligro oculto y dispuesto a aparecer con sus ventosas para apresarte y sumirte en las profundidades sin que puedas hacer nada por remediarlo.
No hay que preocuparse. En la naturaleza toda presa tiene su cazador por lo que lo ideal es la aparición de un equilibrio dinámico entre las dos especies. Incluso los modelos de "cazador-presa" son los primeros que se aprenden a programar al estudiar modelos de física no linel y caos.
Para equilibrar la población del peligroso pulpo estamos los gallegos. Nos sacrificamos por el resto de la humanidad.
Comentarios
Hay metáforas que nunca pasan de moda.
Lo divertido es que todos los carteles tienen razón.
Hail Hydra!
No hay que preocuparse. En la naturaleza toda presa tiene su cazador por lo que lo ideal es la aparición de un equilibrio dinámico entre las dos especies. Incluso los modelos de "cazador-presa" son los primeros que se aprenden a programar al estudiar modelos de física no linel y caos.
Para equilibrar la población del peligroso pulpo estamos los gallegos. Nos sacrificamos por el resto de la humanidad.