Hace 4 años | Por blodhemn a xataka.com
Publicado hace 4 años por blodhemn a xataka.com

Lo que ha conseguido demostrar un equipo de investigación de la Universidad Humboldt en Berlin es que las ratas pueden aprender a jugar al escondite con los humanos. Los datos del estudio que nos va a ayudar a entender mejor la base neuroconductual del juego en animales. Las ratas aprendieron a esconderse y a buscar a los jugadores humanos. Y lo hicieron, todo hay que decirlo, con un elevado nivel de competencia.

Comentarios

e

Pues está curioso. Conozco algún humano con menos capacidad de interacción.

sotillo

#3 ¿Te refieres a Pedro? Si yo también lo había notado

casius_clavius

Nadie lo dice: oyoyoy

D

"Un juego es una actividad libre, sin beneficios más allá del mismo juego"

Eso desde el punto de vista etológico es totalmente equivocado. Desde un punto de vista etológico, natural e instintivo, el juego es una actividad instintiva de los jóvenes que les sirve para desarrollar y completar sus futuras habilidades como adultos; por eso no tiene ningún resultado final real, porque el juego natural es solo un entrenamiento. Los cachorros de lobo se pelean entre sí como cazando, pero no se produce ninguna caza real; los polluelos de las aves juegan batiendo sus alas en el nido, pero no se produce ningún vuelo real. Son solo entrenamientos para completar el desarrollo de sus próximas habilidades adultas. El juego en general es un entrenamiento, un afinamiento o desarrollo de habilidades, al menos desde un punto de vista etológico.

D

Xatakabasura intentando ser quo

D

Dejad en paz a Puigdemont