En Zambia, Kapuscinski conoció a una mujer llamada Leshina. Ella poseía dos cosas que la diferenciaban del resto de sus vecinos: un gramófono y un antiguo y desgastado disco que contenía la grabación de un discurso de Winston Churchill. Cada vez que Leshina reproducía el disco aquello parecía una salmodia recitada por voces de súcubos venidas directamente del mismísimo infierno debido al mal estado del mismo. Los asistentes se preguntaban qué tenía ése disco hipnotizante y Leshina les comunicó la buena nueva: era la voz de Dios.
Comentarios
¿La más chiflada?
Encuéntrame alguna menos chiflada.
#1 La única que se me ocurre es el pastafarismo, que al menos está basada en cosas reales
#2 busca en google culto al cargo
https://cordopolis.eldiario.es/blogopolis/micronopio/culto-cargo-religion-siglo-xx_1_7152397.amp.html
#5 No hace falta, ya ha pasado por aquí unas cuantas veces.
#1 adonitologia
Yo soy fervoroso creyente
#1 la mía, Elvis volverá y nos salvara a todos, hasta a los que escuchan regueton
Pensaba que era el otro Kapuscinski