Los sonidos no deseados, prolongados y de alto nivel procedentes del tráfico rodado, el ferrocarril o las actividades de ocio perjudican la salud y el bienestar de los ciudadanos, que padecen molestias crónicas y alteraciones del sueño. Asimismo, los animales que habitan los entornos urbanos, como aves, ranas e insectos, también sufren el ruido que afecta a la comunicación acústica de la que la que dependen para sobrevivir.
En las ciudades y en cualquier empresa con oficina abierta y sin teletrabajo.. pero eso nunca sale. Abajo los coches ruidosos pero viva los jet privados (que cada vez hay más).
Comentarios
He recordado la nota de
nilien :
@nilien
En las ciudades y en cualquier empresa con oficina abierta y sin teletrabajo.. pero eso nunca sale. Abajo los coches ruidosos pero viva los jet privados (que cada vez hay más).
Pero que no quiten del todo esos ruidos por favor.
Una de las peores experiencias de mi vida fue vivir en una casa en las afueras, el silencio absoluto era insoportable, hasta me producia pesadillas.
Que se le va a hacer, soy rata de ciudad, crecí al lado de una autovía, necesito sentir bullicio a mi alrededor.
El ruido y la iluminación nocturna excesiva. Los dos fruto del progreso y haciendo más mal del que nos imaginamos.