Hace 2 años | Por pinaveta a historiadegalicia.gal
Publicado hace 2 años por pinaveta a historiadegalicia.gal

A todos alguna vez nos pusieron, nos colgaron, o nos cargaron con un “sambenito”, pero ¿de dónde viene esta expresión tan común en nuestra lengua?

Comentarios

pinaveta

El sambenito era una pieza utilizada originalmente por los penitentes católicos para mostrar público arrepentimiento por sus pecados, y más adelante por la Inquisición española para escarmiento de los judíos conversos, por lo que se convirtió en símbolo de la infamia. En el Manual de Inquisidores (1378), Nicholas Eymerich lo describe como una túnica formada por dos piezas de tela, una por delante y otra por detrás, en forma de escapulario, sobre la que iban cosidas unas cruces rojas. El sambenito usado por la Inquisición española era una especie de gran escapulario con forma de poncho. Estaba hecho con una tela rectangular con un agujero para pasar la cabeza, que una vez puesta le llegaba al condenado hasta poco más abajo de la cintura por la frente y por detrás.
Los sambenitos variaban según el delito y la sentencia. Los condenados a muerte llevaban un sambenito negro con llamas y a veces demos, dragón o serpientes, signos del Infierno, además de una coroza roja. Los reconciliados con la Iglesia católica porque habían reconocido su heregía y estaban arrepentidos llevaban un sambenito amarillo con dos cruces rojas de Santiago y llamas orientadas hacia abajo, lo que simbolizaba que se libraron de la hoguera. Los sentenciados a recibir latigazos, como los impostores o los bígamos, llevaban atada una soga al cuello, que indicaban los centenares de latigazos que debían recibir.

Los reconciliados estaban obligados a llevar el sambenito siempre durante todo el tiempo que durara la condena como señal de su infamia y solo podían quitarlo dentro de su casa. Cumplida la sentencia, sus sambenitos eran colgados en la iglesia parroquial “ad perpetuam rey memoriam” para que no se olvidara su crimen, así como los sambenitos de los quemados en la hoguera. La Inquisición consideraba que había que perpetuar el recuerdo de la infamia de un hereje, infamia que se proyectaba sobre sus familias y descendientes lo que suponía generaciones de deshonra y vergüenza. De hecho, muchas veces, el sambenito llevaba escrito el nombre del condenado, como es el caso de los que se encontraron en la catedral de Tui.

Sambenitos de Tui

Tui era una villa en la que convivían sin dificultad judíos y cristianos antes de la conquista de Granada. Pero el decreto de expulsión de 1492 supuso un gran cambio para la comunidad xudea. Muchas familias optaron por el éxodo, mientras que otras tantas optaron por quedar y convertirse al catolicismo, que pasaron a llamarse “cristianos nuevos” o conversos.

Y sobre estos conversos fue donde se cebó la Inquisición a mediados del siglo XVI y XVII con varios procesos inquisitoriales en los que fueron condenados a llevar sambenitos y se les impedía ocupar determinados cargos municipales, eclesiásticos y académicos, condicionaba amistades y los negocios. Tener un sambenito en la familia impedía matrimonios. De hecho, un novio llegó a descolgar el sambenito de la familia de su amada para así casarse. Tener un sambenito impedía ocupar determinados cargos municipales, eclesiásticos y académicos, condicionaba amistades y los negocios, llevaba burlas, escarnio.

Cuando los años duros de la Inquisición pasaron, las iglesias fueron descolgando las telas y se deshicieron de ellas, pero eso no sucedió en Tui. Los sambenitos de Tui que estuvieron expuestos durante dos siglos cerca de la puerta norte de la catedral, son los únicos que se conservan en toda Europa.

Se trata de cinco lienzos, con 14 penales. En las telas aparece en la parte superior a cruz de San Andrés (una gran aspa granate). En la parte de abajo se señala el nombre de la persona, el año del proceso, y la acusación de judaizante. Dos de las telas han dibujado el rostro de la persona encausada, siendo esto habitual cuando el juicio se hacía con el procesado forajido.

Las personas señaladas en estos sambenitos son 13 mujeres y un hombre. Todos ellos con lazos de parentesco o de amistad con una misma familia: los Coronel que eran importantes banqueros y mercaderes de origen judío. Los miembros de esta familia vivían en Tui y en su comarca a mediados del siglo XVI. Un miembro de esta familia, Francisco Coronel, fue nombrado canónigo de Tui por el Papa Clemente VIII, lo que levantó ampollas y llevó no pocos conflictos y motivó muchas investigaciones para acusar a los Coronel de herejes judaizantes.

El Museo Diocesano de Tui, abrió sus puertas el pasado 4 de agosto, en horario de 11 a 14 h y de 18 a 20 h de lunes a viernes. Custodia valiosas piezas del patrimonio tanto de Tui como de la comarca del bajo Miño, pero, sobre todo, destacan los sambenitos encontrados en los años 80 en la Catedral de Tui. En el tercer piso del edificio se exponen cinco lienzos con los 14 sambenitos de los que 10 son los originales y 4 son copias, ya que los originales se encuentran ahora en el Museo Catedralicio.

El Museo Diocesano acoge también otras piezas vinculadas a la cultura judía como es el caso de la cruz parroquial de O Porriño del siglo XVII del platero converso Joâo de Sousa. Forma parte de la colección de platería donde destaca también la cruz parroquial de Mos.

En la visita podemos realizar un recorrido por la historia a través de piezas como el casco celta del siglo III-II la.c encontrado en Caldelas, junto a otros elementfos encontrados en excavaciones realizadas en la zona, que se encuentran expuestos en la planta baja.

Está situado en el antiguo edificio del Hospital de Pobres y Peregrinos inaugurado en el año 1756. Cuenta con tres plantas, capilla y patio interior. La colección permanente consta de una sección de arqueología con piezas de gran valor histórico. La sección de arte sagrado cuenta con obras procedentes de iglesias de la Diócesis de Tui-Vigo, entre las que destacan la escultura del Cristo románico del siglo XII o el arca eucarística del Monumento del Jueves Santo que procede de O Porriño, realizada en plata en el siglo XVII.

Finalmente, en la sección de pintura y escultura se pueden encontrar piezas tan interesantes como la imagen de la Virgen con el Niño del siglo XVI, atribuida a Juan de Juni o la Virgen de la Expectación tallada por Alonso Martínez de Montánchez en 1602. Destacan los cuadros de la Inmaculada inspirado en las inmaculadas de Murillo y los retratos de los obispos de los siglos XIX y XX.

Moderdonia

- ¿Tú de dónde eres?
- De Don Benito, ¿Y tú?
- De Donostia.
- Tampoco es para ponerse así.

asola33

"Antes de p y B, m"
Es una regla que altera las palabras. Aquí San pasa a ser Sam. Es una regla arbitraria inventada por los expertos. Se valora más la regla ortográfica que el origen de las palabras