Hace 7 años | Por Caramierder a ara.cat
Publicado hace 7 años por Caramierder a ara.cat

Sientes vergüenza, culpa, rabia contra ti mismo, consternación y miedo

Comentarios

e

#16 es una idiotez que no entendamos el articulo? Por mi como si me dices que te has leido un articulo cojonudo en Chino. El efecto en mi va a ser el mismo. Cero.

D

#19 Pues lo traduces como hace el resto de la humanidad conos idiomas que no quiere entender entiende.

BarbaNegra

#16 Claro, es una lastima que el redactor haya sido tan idiota de redactarla en catalán. Pudiendo haber usado una lengua mucho mejor, y en la que os enterariais todos

Yo por desgracia soy catalán y entiendo esa lengua a las mil maravillas.

ktzar

#30 lee mi comentario otra vez, anda... Me refería a la decena de comentarios sobre el idioma del artículo, no al artículo en si.

BarbaNegra

#31 Y así lo he entendido. Por ello mi comentario.

D

#4 por eso incluso con Google Translator el resultado es bastante correcto, salvo alguna tilde y alguna palabra suelta

D

Conviertete en politoxicómano como yo y así despistas a tu cerebro.

D

#6 y a tu psiquiatra

D

Me alegro de que haya noticias de mi región, Cataluña, en Meneame, es buena la pluralidad y dar su lugar a las demás lenguas de España, como el catalán.

radon2

#10 Tu sagrada constitución define Catalunya como nacionalidad , no región. Por otro lado me parece que cualquier castellano-hablante es capaz de entender un texto escrito en catalán con un poco de esfuerzo y si no ya tenemos el Google Traslate.

D

#12 Muy bien, si te gusta más nacionalidad pues me parece bien. Sobre lo otro estoy de acuerdo.

D

#10 No es de Catalunya. Sebastia Alzamora es mallorquín.

BarbaNegra

#10 Yo de lo que no me alegro es de que esté en catalán. Ahora por culpa de esto habrá personas que tendrán mayores dificultades para comprender la noticia que si se hubiese escrito en español directamente. Estupidez... es el virus de nuestro tiempo.

D

#32 Así la van aprendiendo

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"El catalán se entiende", decían

Cassiopeia

#2 el que no lo entienda que use el traductor de Google, que es lo que hacemos unos cuantos.
Edito: perdón, #3 lo ha dicho mejor que yo.

D

#3 El catalán y el castellanobson orimos hermanos como el castellano y el francés. Si, obvio, todas ellas son lenguas latinas.

D

#3 ... y a que existen traductores excelentes hechos por los periódicos que publican en ambos idiomas. En el caso de google translate, que es un traductor estadístico, se beneficia de ello indirectamente, pues la accesibilidad de esas traducciones excelentes alimenta al motor de google translate.

R

El escritor y articulista del ARA Sebastià Alzamora hace pública en estas páginas su difícil relación con el alcohol, como cayó muy abajo y como se ha salido. Es un testimonio sobrecogedor, "un gesto de amor y gratitud a las personas que me han rescatado". Y un grito de alerta sobre un gravísimo problema social demasiado a menudo ignorado, incluso tolerado y frivolizado.

Para María Martín Trias i Sebastià Alzamora Pol, mis padres

H y elegido estas palabras como título porque son las más difíciles que he dicho en mi vida. Las más difíciles en mi, en muchas vidas. Hay un sentimiento de fracaso humano total en el hecho de admitir que uno es alcohólico. Un sentimiento hecho de vergüenza, de culpa, de rabia contra uno mismo y, tal vez sobre todo, de consternación y de miedo. ¿Qué será de mí en adelante? ¿Qué he hecho, como me ha podido suceder? Hay aquel poema de Jaime Gil de Biedma, precisamente titulado Contra Jaime Gil de Biedma: "[...] Cuando llegao, borracho, / y te paras a verte en el espejo / la cara destruida, / con ojos Todavía violentos / que no quieres cerrar. [...] Podría recordarte que ya no tienes gracia. / Que tú estilo casual y que tú desenfado / resultan truculentos / Cuando se Tienen más de treinta años, / y que tú encantadora / sonrisa de muchacho soñoliento / - seguro de gustar - es un resto penoso, un intento patético ". Penoso, patético . la clase de adjetivos que entre todos hemos vaciado de contenido a base de abusar, pero que de pronto recuperan todo su sentido y su amargura, y los recuperan sobre ti. Porque sí, lo has de admitir, lo acabas de admitir por fin: eres alcohólico. hay también la última canción que grabó Johnny Cash, estremecedora, que habla de la heroína pero que para el caso es lo mismo. Se titula Hurt: "What have I become, my Sweetest friend? / Everyone I know goes away in the end. / And you could have it all, my empire of dirt. / I will let you down, I will make you hurt ". Te decepcionaré, te haré daño. Todo el dolor, la suciedad que has vertido sobre ti mismo y, lo que es peor, sobre los que te quieren. O te querían, no lo sabes. La pregunta, tan cierta y que da tanto miedo, y rabia, y vergüenza: en que me he convertido? Son bellas maneras que tienen de decirlo los poetas, pero no deja de ser también el autocompasión, una emoción típica del alcohólico, y, por tanto, engañosa y fútil. Fuera, pues. la inmensa mayoría de alcohólicos no llegan a reconocer nunca que lo son, y el hecho de que uno lo reconozca no lo hace mejor ni peor que el resto. que muchos no quieran o no puedan hacerlo es perfectamente comprensible. Hablar sobre mi caso concreto no tiene ningún tipo de relevancia, y si lo hago aquí, es sólo en la medida que espero que esto pueda ser mínimamente útil para alguna otra persona.

Hay un sentimiento de fracaso humano total cuando admites que eres alcohólico
El alcoholismo es una enfermedad crónica irreversible, de una gravedad extrema. Aún así, es posible salir adelante. Pero para que esto sea posible, es indispensable un primer paso: que el alcohólico asuma su condición y que tome la decisión voluntaria de rehabilitarse. Dicho así puede parecer sencillo, pero es extremadamente difícil que este primer paso se haga. A mí me costó más de dos años y medio hacerla, casi tres. Casi tres años de engaños y autoengaños, de subterfugios, excusas y mentiras, en contra de todas las evidencias y de todos los buenos consejos, las conversaciones, las reprimendas y hasta las súplicas de las personas a mi alrededor. El alcoholismo es una enfermedad física y psicológica, pero también es una enfermedad moral y emocional, una enfermedad del alma. Casi tres años inventando pretextos y maneras de salir a beber a escondidas (o eso creía), almacenando botellas en los rincones más insospechados de casa, buscando maneras de disimular, sin conseguirlo, el mal aliento y los síntomas visibles de la embriaguez. El efecto del alcoholismo consiste en un deterioro gradual, pero a cada momento más acelerado y notorio, del individuo, hasta llegar a su destrucción completa. Esto hace que tarde o temprano todo el mundo se dé cuenta de lo que está sucediendo, excepto el propio interesado. El alcohólico es una persona dominada por una sustancia que anula su voluntad y, por tanto, su capacidad de discernimiento y de percepción. Todo el mundo veía mi cara hinchada, mis ojos medio cerrados, mi piel macilenta, el temblor de las manos; todos se daba cuenta de la lentitud, los titubeos y las incoherencias en mi habla, de mis aparatosas dificultades para mantener el equilibrio. Incluso en Mitchum y en Cooper, el gato y el perro que viven en mi casa, daban cuenta a su manera que algo en mí iba muy mal. Lo veía todo el mundo, ya digo, a menos de mí mismo. Yo me veía reflejado en el espejo, cuando con un gran esfuerzo me decidía a lavarme y afeitarme, y me encontraba como siempre. No era consciente de mis cambios de humor repentinos e inexplicables, de mis bromas desagradables, de cómo levantaba la voz sólo para proferir cualquier tontería. No era ni siquiera consciente de las mentiras que contaba a los demás, porque tampoco recordaba las que me contaba a mí mismo. Eran tantas, ya menudo tan absurdas e incluso contradictorias entre ellas, que se me hacía imposible atarlas con un mínimo de coherencia. La mentira, la excusa de pésimo pagador, la desvergonzada falta de respeto, la trampa estúpidamente calculada, lloriquear baboso, la rabieta infantil y el chantaje emocional son las herramientas predilectas del alcohólico, y las utiliza de forma tan abusiva que se convierten en su forma de vida. El alcoholismo no sólo transmuta la apariencia física del individuo, sino que también pervierte su conducta y hace emerger no ya lo peor, sino lo que nadie, empezando por él mismo, podía imaginar que llevara dentro. Yo no fui una excepción a esta pauta, y es por eso que doy fe que no es ninguna exageración calificar de infierno la vida de un alcohólico y la de aquellos que lo rodean, muy en particular la de aquellos que desgraciadamente -así se sienten, y es bien lógico- la aman.

Sientes vergüenza, culpa, rabia contra ti mismo, consternación y miedo
El motivo que explica tanta mentira es el miedo. Debido a que su voluntad ha sido abolida, el alcohólico es una persona esencialmente acobardada y miedosa, y la primera de sus miedos no es otra que la de ser señalado, y de reconocerse, como un alcohólico. En esto tiene que ver, obviamente, el hecho de que el alcoholismo es, también, una enfermedad estigmatizada. El alcohol es socialmente presente casi en todas partes, y en apariencia quien más quien menos todos saben tratar a ellos sin perder el control. La imagen de un alcohólico en el imaginario colectivo es la de un marginado, acostado sobre un banco o en un cajero automático, aferrado a un cartón de vino malo. No tenemos en cuenta que esa persona no nació, ni sobre el banco ni en el cajero, ni por supuesto abrazo al cartón de Vinot, y que lo que nos separa es mucho más frágil e incierto de lo que pensamos.

Aparte de ser una enfermedad per se, el alcoholismo es causa directa de muchas otras enfermedades, tanto físicas como mentales, todas frecuentes y terribles. La más conocida y asociada al consumo desordenado de alcohol es la cirrosis, pero la lista incluye ictus, infartos y patologías cardiovasculares y gastrointestinales severas, cáncer, diabetes, distrofias, gangrena (con las consiguientes amputaciones) o demencia. El alcohol va al sistema nervioso central, y desde allí ataca cualquier punto del cuerpo, sobre todo el que por cualquier motivo es más débil. En mi caso, siempre he tenido los ojos especialmente sensibles.

La realidad era cada día más lejos, no creo que me faltara mucho para morir
Los ojos. Desarrollé una neuritis óptica, y esto significa un secado progresivo (pero muy rápido) del nervio óptico: una pérdida creciente de visión que en su última fase desemboca en una ceguera irreversible. Llegué a contar sólo con el treinta por ciento de visión, y, en las noches de tormento que esto me producía, me confesaba a mí mismo que el alcohol era el causante de aquel desastre, pero ni siquiera así me detuve de beber. Al contrario, bebía cada vez más, sin hacer caso de las piernas tumefactas o temblorosas, según como me levantara, de la permanente nebulosa del cerebro, de las manos incontroladas hasta que no tomaba la primera copa del día. No podía leer periódicos ni libros porque no distinguía las letras, ni conducir, ni reconocer la fisonomía de las personas más que a distancias cortas. Escribía con grandes penas con la nariz pegada a la pantalla del ordenador y con un cuerpo de letra exageradamente grande, y los colores se desdibujaban y se confundían. El mundo, la realidad, eran cada día, en cada instante, más lejos de mí. Mejor dicho, era yo quien me alejaba, porque me apaga. No creo que me faltara mucho para morir, o para sumirme en una existencia inválida que, en mi opinión, habría sido aún peor que la muerte propiamente dicha.

Muchos alcohólicos rehabilitados o en rehabilitación llaman el clic. Es ese instante de lucidez, de extraña, desesperada y bendita lucidez, en el que por fin lo dices. Te dices a ti mismo: sí, soy alcohólico. Soy alcohólico y necesito ayuda. A mí el click me sorprendió una noche de primavera en la cocina de su casa, donde solía refugiarme, como un escarabajo de tamaño humano, a beber. Me acabé la copa y me fui a la cama, dudando si al día siguiente el clic aún persistiría.

Después del clic

Ingresé en el centro de desintoxicación de la Unidad para Personas con Problemas Relacionados con el Alcohol ( UPRA ) el pasado 22 de junio, víspera de San Juan. La UPRA de Baleares, como, por lo que me consta, los centros de la Red de Atención a las Drogodependencias (XAD) de Cataluña, son excelentes y forman parte del sistema de sanidad pública. Quiero subrayar contra la idea, muy extendida, de que el alcoholismo se trata en clínicas privadas de precios prohibitivos, y quiero aprovechar la ocas

woody_alien

El alcohólico no es más que el borracho hipster.

ikipol

No te agobies. Todos los somos pero con no decirlo basta

D

La canción es de NIN señor.

mando

Leí: "sí, soy católico" y luego la retaila de sentimientos negativos le daba sentido. Pensé: anda, seguro que el meneo va de esos recuentos de cristianos que hacen que la iglesia recaude más dinero de este estado aconfesional. Luego entré en la noticia y me di cuenta de que en realidad hablaban de alcoholismo.

Cyberbob

Debe ser durisimo pasar por algo así.

Por suerte (en el artículo se nombran) parece que hay instituciones públicas que funcionan y se hacen cargo.
Mis mejores deseos

r

#27 por mi como si esta en ruso. es por las sandeces que escriben y su clara línea editorial catanazi

r

boicot ara.cat igual que otros a rt . aedes y sucesivos

BarbaNegra

#24 Boicot a todos los medios que estén en catalán. Yo siendo catalán no entiendo que ventajas hay en emplear una lengua minoritaria, impopular, y excluyente...

D

penoso ver esto lleno de retrasados e interesados mareando con el catalán. Desvirtúan la noticia y la inteligencia.

BarbaNegra

#20 Lo que es penoso es ver que una noticia interesante alguien decidió redactarla en catalán. Gran error. Catalán == menor audiencia / mayor irrelevancia.

BarbaNegra

SPAM por estar en catalán

pd: y eso que soy catalán... que si no llego a serlo... lol

e

Por qué no abriis un sub en catalan y que se lean estas noticias los 4 gatos a los que les puedan interesar?

BarbaNegra

#18 Pues porque entonces se darían cuenta de lo jodidamente irrelevante y estupido que es utilizar la lengua catalana