El Ayuntamiento arrendaba los bienes propios a través de un concurso de subasta pública que se anunciaba a los vecinos a través de carteles y pregones. El día y hora del citado concurso, ante la presencia de las autoridades municipales y de los interesados, se iniciaba la subasta mediante un sistema de puja. Dicho sistema garantizaba la libre concurrencia de los postores dentro del marco de las ordenanzas y la participación del vecindario, e impedía que las autoridades locales y personas influyentes acaparasen los bienes propios del municipio.
Comentarios
Ahora se lo montan mejor. Te hacen una ley de contratos del sector público, te montan una subasta electrónica, te piden clasificación, cuatrocientos certificados de que no les debes nada, firma electrónica, ordenador con todas las actualizaciones, amplios conocimientos informáticos, avales, fianza, unos plazos ajustados, publicación en la plataforma de contratación del Estado..... Y ya solo se pueden presentar tres o cuatro.