Hace 21 minutos | Por blodhemn a librujula.publico.es
Publicado hace 21 minutos por blodhemn a librujula.publico.es

En “La gran sequía”, una novela de aventuras y algo más, relata la huida de una adolescente mauritana se revela contra la costumbre ancestral de engordar a las mujeres para casarlas de manera más ventajosa. Alberto Vázquez-Figueroa nos lleva de Mauritania a Mali en un viaje geográfico repleto de aventuras, pero también de mirada crítica sobre la manera en que los hombres tratan de manera desquiciada a las mujeres.

Comentarios

Esku

#6 Creo que a muchos nos dejas con ganas de más.

Estauracio

#7 Muchos funcionarios viven, no ya en chabolas, sino en jaimas en el desierto. Al mismo que te putea en carretera para sacarte todo lo que pueda, te lo encuentras malviviendo en condiciones penosas, y le entiendes.

Uno nos crujió una multa a un compañero senegalés y a mí por no llevar extintor en el coche. En un país donde solo circula chatarra.

Mi compa acabó hasta la puta polla del ejército, que lo controla todo, y son asquerosamente racistas. Racistas, ¡En Mauritania! Era verle e iban a joder, por muy negro y por extranjero.

No hay manera de encontrar una puta botella de agua mineral precintada fuera de la capital. Los muy hijos de puta te intentan colar sí o sí botellas rellenadas. No porque no haya, sino por robarte. Solución: a beber CocaCola, que abunda.

Si aún no lo han solucionado, los pasos fronterizos los tienes que buscar, porque no existen como tales. Sáltate uno y estás jodido.

Una advertencia habitual: si atropellas a un niño tendrás un problema. Si atropellas un camello prepárate, porque tienes un verdadero marrón.

Racistas, esclavistas en cierta medida, fundamentalistas religiosos (no te otorgan ciudadanía si no eres musulmán), misóginos y tocapelotas a tiempo completo.

Estauracio

#7 Olvidaba contarte lo que sucedió el día del atentado que tiene su gracia.

Tras el atentado, yo estaba, solo, donde no debía estar, porque soy así de gilipollas. La cosa es que vuelvo a toda hostia al lugar donde me alojaba, y en el camino, como los blancos no abundamos, cuatro militares en un Jeep tipo II Guerra Mundial me obligan a subirme, y me preguntan dónde me alojo.
Lógicamente se lo indico (a ver si no), y al llegar me piden l'argent.

Yo, que no pago obligado ni por las gracias, les digo de forma educada que ni de puta coña voy a pagarles. Bronca.

Esto fue a última hora de la tarde. Me levanto al día siguiente ¡Y ahí seguían esperando!

Así que vuelvo a decirles que ny a pas l'argent, y el pollo que se montó fue mayúsculo. Pero no cobraron.

Hice muchos amigos allí en aquella época. Eso es Mauritania.

placeres

#6 Te faltó lo de ir a edificios públicos y descubrir que aunque tengan baños su uso es "voluntario".

Lo del dinero para el café mejor no hablemos y los "sirvientes de la familia" que es un espanto como lo racionalizan.


En mi estudio teníamos proyectos en la zona norte de pais y cada vez que iba uno de los socios, era una aventura. Una lastima es un país con zonas muy bonitas

Estauracio

Conozco Mauritania y doy fe. Es un auténtico país de mierda. En todos los sentidos.

QAR

#3 ¿Puedo preguntarte por qué lo conoces? No te sientas obligado a responder; es solo curiosidad malsana.

Darvvin

Un lugar donde PAM sería muy valorada.

CharlesBrowson

veras que al final la culpa tambien es nuestra

blodhemn

#2 Pues mira, ahora que lo dices.

nadie dice que todos los comportamientos culturales sean igualmente respetables (por ejemplo los toros, una tradición y cultura repugnante, o la ablación). Lo que se dice es que hay que dar una oportunidad a l gente que busca algo mejor o que huye de la persecución por motivos politicos, sexuales o culturales)