Dormir mal podría ser un factor que promueva las ganas incontenibles de comer alimentos ricos en carbohidratos.De este modo, se cree que el cansancio físico causado por dormir mal hace que los niveles de algunas hormonas que normalmente generan saciedad, como la leptina, bajen y que, por lo tanto, las personas experimenten un gran apetito al día siguiente.
La investigadora apunta que es preocupante que los niños ahora duermen menos debido a pasar mas tiempo con el ordenador o conectados a las redes sociales y dormir por ende mas tarde, debiendo pararse temprano para la escuela.
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La investigadora apunta que es preocupante que los niños ahora duermen menos debido a pasar mas tiempo con el ordenador o conectados a las redes sociales y dormir por ende mas tarde, debiendo pararse temprano para la escuela.
Noticias como esta son las que me alegran las madrugadas de insomnio.