Decía Carlos Giménez, en una entrevista concedida a El País en 2015, que la finalidad de muchos de sus tebeos era dar voz a aquellos a los que nunca preguntan y contar, desde sus vivencias y anécdotas, esas vidas que a menudo quedan fuera de la Historia oficial. Elaborando relatos desde lo cercano, lo propio y lo vivido (incluso por el mismo), consiguió hacer tebeos que son pura memoria de un país. De esa forma ha conseguido, a lo largo de su carrera llegar a ser una suerte de cronista de la historia del siglo XX español.