A estas alturas, lector, es posible que ya haya empezado a medirlas, sorprendido porque ni siquiera son cuadradas. Pero no dejaremos que las modernas tendencias en porcelánicos nos arruinen una fascinante historia que se remonta al siglo XIX. Todo comenzó con Charles Renard, un ingeniero francés cuya brillante idea fue racionalizar las dimensiones industriales, facilitando así tanto la fabricación como el transporte de mercancías. Lo que parecía simplemente una manía acabó conectando con fenómenos mucho más profundos y misteriosos de la física.