No es de aquí

Había que censurarlo, no podían hacer otra cosa. Esa información no podía llegar al gran público. El ambiente ya se encontraba bastante enrarecido desde que se difundieron las primeras imágenes virales de lo que parecieran unas naves espaciales descender desde el cielo. Los últimos vídeos compartidos en redes sociales se podían vislumbrar lo que aparentaba ser unos bípedos campar a sus anchas por los bosques, y estaba claro que eso venía de fuera. Desde que se distribuyeron esas imágenes, la gente comenzó a tener miedo, empezaron a surgir las primeras conspiraciones y a organizarse algunas manifestaciones. Pero el Informe era concluyente: el cuerpo inerte ante el que se encontraba no era de este planeta; era un humano de La Tierra.