Un siseo

A Theresa Host le molestaba el traje espacial y no le gustaba moverse fuera de la nave con tanta torpeza embutida en sus 80 kilos de peso, maldecía el día que fueron a tomar medidas para el diseño, alguien cometió un error de dos milímetros y los anillos de anclaje de las botas le rozaban con los calcetines, además estos eran una talla mayor que la medida de su pie, así que quedaban un poco arrugados en los talones con el consiguiente rozamiento innecesario.

Dos semanas tomándole medidas para esto, pensaba mientras maldecía en voz baja. Recordaba el mes de pruebas con su flamante traje a medida y los problemas de última hora cambiando algunas especificaciones. Nuevas fibras, más seguridad, triple capa y nuevos diseños de calcetines. Todo esto dejó de tener sentido cuando escuchó un siseo alarmante que venía de su bota derecha, notaba que el calcetín se había arrugado tanto que...