Las kilométricas dunas de arena de Tottori, las más extensas de Japón, se ven acorraladas desde hace décadas por la vegetación salvaje, que amenaza su especial ecosistema y motiva iniciativas para su protección. Las dunas, nutridas de arena volcánica, se extienden en una superficie de 16 kilómetros de longitud y dos de anchura. Existen desde hace unos 100.000 años por la sedimentación de roca y cenizas volcánicas procedentes, entre otros, del volcán Daisen (1.711 metros), que hace entre 20.000 y 50.000 años estuvo en erupción.
Comentarios
Aqui en Alicante también paso algo parecido con la diferencia que la vegetación salvaje es el ladrillo, recuerdo de pequeño las preciosas dunas de La Mata en Torrevieja o las dunas de Arenales del Sol que se han convertido en algo que ya solo existe en mi memoria que jamas verán ninguno de mis dos hijos, y todo para que cuatro disfruten de la primera linea, es una pena.
Es raro pero mientras leía el titulo y veía que sucedía en Japon ya me imaginaba que no seria problema del ladrillo como luego he podido corroborar, espero que consigan mantener esas preciosas dunas.
Perdón... estamos hablando de una zona desértica... invadida por la vegetación... es decir, un posible nuevo pulmón vegetal... ¿Y QUIEREN CONSERVAR EL PUTO DESIERTO?
Y encima no es que haya sido invadido por el hombre, no... que es vegetación salvaje...
¿ESTAMOS LOCOS?