El que ose sacar una cámara de fotos en la Catedral de Santiago durante la celebración de algún acto litúrgico, el niño que se atreva a levantar la voz más de lo debido o aquel que simplemente permanezca quieto en algún lugar de las naves que impida un paso fluido al resto de visitantes recibirá inmediatamente la suave reprimenda de uno de los seis jóvenes vestidos con llamativas túnicas azules y amarillas, alguno de ellos con rosario en la mano, que recorren el templo a diario.
Comentarios
Que no pongan guarderia infantil para visitantes que yo no dejo a mi niño.
Túnicas, rosario en la mano... He estado a punto de votar "antigua", esto me parece una noticia de hace 3 ó 4 siglos.
Graciosas vestimentas, tipo super heroes, pero a lo templario. Sólo les falta la espada y el casco.