Durante mucho tiempo, las sociedades occidentales han restringido la percepción de la "comida basura" a aquello que se comía y contenía una elevada proporción de azúcares, grasas, sal y/o calorías. En esta categoría, por tanto, se encasillaban a las hamburguesas, las pizzas, las patatas fritas, los dulces... Los refrescos azucarados,...
"Las conclusiones son demoledoras: Un mayor consumo de bebidas azucaradas (es decir, las que aportan azúcar, y no así las que contienen edulcorantes acalóricos) se asoció con un riesgo mayor de padecimiento de enfermedades coronarias. De igual forma, el consumo de bebidas con azúcar también se asoció con peores analíticas sanguíneas en relación con el perfil lipídico, factores inflamatorios y la leptina (una hormona relacionada con el control del apetito).
Los riesgos sobre la salud pasan desapercibidos para una gran parte de los ciudadanos, muchos engullimos desconociendo lo que comemos.
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Los riesgos sobre la salud pasan desapercibidos para una gran parte de los ciudadanos, muchos engullimos desconociendo lo que comemos.