Publicado hace 16 años por dleyton a imagenesyletras-ysonidos.blogia.com

En 1983 Juan Carlos Baglietto sorprendía con una canción distinta. Ya no era la pena inclemente de “Era en abril”, ni la divagación existencialista de “La vida es una moneda”. Se trataba de “Carta de un león a otro”, algo así como un tango tocado por una guitarra electroacústica muy presente y un leve acompañamiento de teclado en el estribillo. Es que había que dejar vía libre a la voz de Baglietto... y al mensaje de la letra ("Volver a la naturaleza / sería su mayor riqueza / allí podrán amarse libremente / y no hay ningún zoológico de gente")