Estrenada en 1992, Esencia de mujer es representativa de un curioso cambio político en Norteamérica y es que después de más de una década del gobierno republicano más rancio de Reagan y Bush, cuando todo el mundo esperaba que Bush (padre) saliese reelegido después de sus éxitos en la Guerra del Golfo, llegó el candidato demócrata Clinton...
Pues a mí no me gustó lo del personaje de Chris O'Donnell en la película. Le estaban poniendo en bandeja un futuro brillante y vengarse de los que le hacían putadas, y la película intenta hacer ver que si escoge lo que es mejor en todos los casos, está siendo un "delator" y un "traidor". Esa manía yanki de defender la ley del silencio me repatea los higadillos. La ley del silencio es para los mafiosos, si alguien se mete conmigo en el colegio y tengo alguna forma de defenderme consiguiendo su expulsión, lo hago seguro. Y encima se llevaba una recomendación para Harvard...
En cuanto al coronel... estará muy vivo y muy todo lo que tú quieras, pero se comporta como un hijo de puta con su familia y la gente que le cuida... En fin, que la película está bien hecha, pero el mensaje siempre me dio arcadas. El coronel se merece tres collejas, y el personaje de Chris O'Donnell no debería de tener ninguna duda al respecto de qué debería hacer. Delatar a un hijo de puta es algo bueno y noble, y si encima te dan algo a cambio, eso que has salido ganando.
A mi me parece que lo que hacían en la película era similar a lo que hacían en mi colegio "si no sale el culpable, castigo a toda la clase hasta que alguien lo delate", cosa que me daba cien patadas. Yo no había hecho nada malo y me la cargaba por otro. El que hablaba era un chivato y después le llovían las tortas y a mi juicio, merecidas. Mal está que te calles y permitas que castiguen a todos, pero chivarte de un compañero era peor aún, "Roma no paga a traidores", que nos dijo d. Eliseo, un profesor, quien castigaba por igual a causante y al chivato.
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Pues a mí no me gustó lo del personaje de Chris O'Donnell en la película. Le estaban poniendo en bandeja un futuro brillante y vengarse de los que le hacían putadas, y la película intenta hacer ver que si escoge lo que es mejor en todos los casos, está siendo un "delator" y un "traidor". Esa manía yanki de defender la ley del silencio me repatea los higadillos. La ley del silencio es para los mafiosos, si alguien se mete conmigo en el colegio y tengo alguna forma de defenderme consiguiendo su expulsión, lo hago seguro. Y encima se llevaba una recomendación para Harvard...
En cuanto al coronel... estará muy vivo y muy todo lo que tú quieras, pero se comporta como un hijo de puta con su familia y la gente que le cuida... En fin, que la película está bien hecha, pero el mensaje siempre me dio arcadas. El coronel se merece tres collejas, y el personaje de Chris O'Donnell no debería de tener ninguna duda al respecto de qué debería hacer. Delatar a un hijo de puta es algo bueno y noble, y si encima te dan algo a cambio, eso que has salido ganando.
A mi me parece que lo que hacían en la película era similar a lo que hacían en mi colegio "si no sale el culpable, castigo a toda la clase hasta que alguien lo delate", cosa que me daba cien patadas. Yo no había hecho nada malo y me la cargaba por otro. El que hablaba era un chivato y después le llovían las tortas y a mi juicio, merecidas. Mal está que te calles y permitas que castiguen a todos, pero chivarte de un compañero era peor aún, "Roma no paga a traidores", que nos dijo d. Eliseo, un profesor, quien castigaba por igual a causante y al chivato.
Película totalmente sobrevalorada y llena de clichés. ¡A la hoguera con ella!