El primero de una serie de posts para gente de pueblos o pequeñas ciudades que se enfrentan a la vida en una ciudad grande: cómo sobrevivir a Ikea, ese infierno capaz de terminar con la paciencia y el matrimonio de cualquiera.
Yo odio Ikea, solo fui una vez, cuando tuve que amueblar un piso alquilado en el centro de Madrid... fue dantesco aquello... desde las 10 hasta las 7 de la tarde. Sali atacado de los nervios y hasta los huevos de empujar el puto carromato, y eso que pedi el transporte a casa ( no me cabian los bultos en el transportin de la moto ).
Desde entonces al cambiar de piso, me dedico a comprar muebles poco a poco, viendo las tiendas de siempre, donde aparte de encontrar cholletes, te atiende un comerciante, no un crio con camiseta amarilla que tiene tasado el tiempo en el que te puede atender y que si giras la cabeza un momento desaparece dejandote con la duda. Y que decir de que te lo acerquen a casa un momentito con el tema ya incluido en el precio, no los 80 euros que me costo que IKEA me lo trajera a casa.
Por cierto, los muebles que compre hace 4 años ahi, ahora mismo estan todos que da pena verlos, lo que no he tirado ya por arruinados.
Comentarios
madrid-no-duerme-history-fiesta-dance-remember-mas-bonita/0001
Madrid no Duerme History, la fiesta dance remember...
madridnoduerme.wordpress.comSi es que...
He ido una vez con mi familia, y no he visto a mi padre más agobiado en mi vida.
Moraleja: si quieres sobrevivir en Ikea, cómprate el tendedero en el chino de abajo. No digo más.
Cuánta razón.
Yo odio Ikea, solo fui una vez, cuando tuve que amueblar un piso alquilado en el centro de Madrid... fue dantesco aquello... desde las 10 hasta las 7 de la tarde. Sali atacado de los nervios y hasta los huevos de empujar el puto carromato, y eso que pedi el transporte a casa ( no me cabian los bultos en el transportin de la moto ).
Desde entonces al cambiar de piso, me dedico a comprar muebles poco a poco, viendo las tiendas de siempre, donde aparte de encontrar cholletes, te atiende un comerciante, no un crio con camiseta amarilla que tiene tasado el tiempo en el que te puede atender y que si giras la cabeza un momento desaparece dejandote con la duda. Y que decir de que te lo acerquen a casa un momentito con el tema ya incluido en el precio, no los 80 euros que me costo que IKEA me lo trajera a casa.
Por cierto, los muebles que compre hace 4 años ahi, ahora mismo estan todos que da pena verlos, lo que no he tirado ya por arruinados.