Dice que Indignaos no da datos, que hacen falta datos. Y luego nos da una lista para que tengamos datos. No ha entendido nada. Los datos no son los de esos libros. Los datos están en nuestro país. El número de parados, el número de autónomos arruinados, el dinero en primas record que se han llevado algunos directivos y podría seguir varios párrafos.
Da igual cual haya sido la chispa, si ha sido ese libro o la ley Sinde pero lo que no puede decir es que tenemos que leer otros libros para tener datos. Demasiados datos negativos tenemos.
No me termina de gustar la forma en que lo plantea este artículo. Es cierto que es importante dar datos, pero la mayoría de la gente no está para leerse "tochos" como inspiración. "Indignaos" es lo que es, es decir, un panfleto. Y la función de un panfleto es actuar sobre todo a nivel emocional. Función que, como hemos visto, ha cumplido bastante bien.
Para vertebrar más allá el pensamiento, eso sí, es recomendable tener esos libros con más datos que exaltaciones.
La doctrina del shock yo me la leí antes que Indignaos, y prefiero el primero. Pero es que hablamos de cosas diferentes. Como dice el autor, Indignaos se lee de una sentada, y eso es una gran ventaja. Yo no he conseguido que nadie se lea La doctrina del shock si no le interesaba el tema desde el principio o tenía ya algunos datos. Sin embargo, Indignaos sí. Indignaos te despierta. La doctrina del shock, y supongo que Las venas abiertas de América Latina, te levantan.
'Indignaos' es menos que un panfleto simplón y hueco, y lo malo es que puede inducir a pensar a muchos lectores que las necesarias reformas tendrán una solución fácil y ecuménica.
#3 Creo que los que estamos indignados no somos de los que creemos en las soluciones fáciles, precisamente son las dificultades que tenemos las que nos tienen ahora en las calles.
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Dice que Indignaos no da datos, que hacen falta datos. Y luego nos da una lista para que tengamos datos. No ha entendido nada. Los datos no son los de esos libros. Los datos están en nuestro país. El número de parados, el número de autónomos arruinados, el dinero en primas record que se han llevado algunos directivos y podría seguir varios párrafos.
Da igual cual haya sido la chispa, si ha sido ese libro o la ley Sinde pero lo que no puede decir es que tenemos que leer otros libros para tener datos. Demasiados datos negativos tenemos.
No me termina de gustar la forma en que lo plantea este artículo. Es cierto que es importante dar datos, pero la mayoría de la gente no está para leerse "tochos" como inspiración. "Indignaos" es lo que es, es decir, un panfleto. Y la función de un panfleto es actuar sobre todo a nivel emocional. Función que, como hemos visto, ha cumplido bastante bien.
Para vertebrar más allá el pensamiento, eso sí, es recomendable tener esos libros con más datos que exaltaciones.
La doctrina del shock yo me la leí antes que Indignaos, y prefiero el primero. Pero es que hablamos de cosas diferentes. Como dice el autor, Indignaos se lee de una sentada, y eso es una gran ventaja. Yo no he conseguido que nadie se lea La doctrina del shock si no le interesaba el tema desde el principio o tenía ya algunos datos. Sin embargo, Indignaos sí. Indignaos te despierta. La doctrina del shock, y supongo que Las venas abiertas de América Latina, te levantan.
'Indignaos' es menos que un panfleto simplón y hueco, y lo malo es que puede inducir a pensar a muchos lectores que las necesarias reformas tendrán una solución fácil y ecuménica.
#3 Creo que los que estamos indignados no somos de los que creemos en las soluciones fáciles, precisamente son las dificultades que tenemos las que nos tienen ahora en las calles.