Puffff... aficionados. Si Ogami Ittō hubiera cortado una botella de té las dos mitades ni se habrían movido, habrían quedado impertérritas una encima de la otra con el té derramándose como una fuente...
Una katana verdaderamente afilada hubiera pasado entre las moléculas de plástico y del té, sin tocarlas, y la botella quedaría entera.
Lo que corta es una botella de plástico. Tiene más resolución y detalle Sin Chan, por cierto.
Pobres botellas de té. Ahora tendrán que salir armadas con wakizashis a la calle.
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Puffff... aficionados. Si Ogami Ittō hubiera cortado una botella de té las dos mitades ni se habrían movido, habrían quedado impertérritas una encima de la otra con el té derramándose como una fuente...
Una katana verdaderamente afilada hubiera pasado entre las moléculas de plástico y del té, sin tocarlas, y la botella quedaría entera.
Lo que corta es una botella de plástico. Tiene más resolución y detalle Sin Chan, por cierto.
Pobres botellas de té. Ahora tendrán que salir armadas con wakizashis a la calle.