Una entrevista ficticia y paródica a Pérez Reverte: Cuando el hidalgo hizo su aparición, lo hizo estruendosamente, pateando la puerta, vestido de mosquetero y sableando el aire en todas direcciones. – ¿Quién osa? –gritó– ¡Aquí estoy yo, con dos cojones! ¡Oigo patria tu aflicción! Se rascó ostentosamente la poliandria y bramó: – ¿Para qué me molestáis, periodistas y otra gentuza de mal vivir?
Comentarios
Juas, Pérez-Reverte destilado
Desde luego, mucho más divertido que escuchar su paranoía con los miembros y las miembras.