Un equipo científico del Museo Nacional de Historia Natural y del CNRS, ha descubierto un nuevo yacimiento de ámbar en sedimentos del Terciario en un valle glaciar de Svalbard, en el Ártico. (traducción en el primer comentario)
Este nuevo yacimiento de ámbar (sustancia orgánica de origen vegetal) es el más septentrional encontrado hasta ahora. Fue descubierto durante una expedición conjunta de científicos del CNRS y el Museo Nacional de Historia Natural de Francia, cuya ambición era descubrir fósiles de artrópodos terrestres, y tratar de datar la salida del agua de los primeros insectos (Insecta y Hexapoda) así como la aparición de sus descendientes alados en el Devónico. Había mucho en juego, ya que, hasta la fecha, muy pocos registros fósiles de artrópodos terrestres de este tipo se han descubierto en el mundo.
Gran parte de la misión tuvo lugar en la Península Dicksonland, en los valles glaciares que rodean la ciudad fantasma rusa de Pyramiden. El espectacular paisaje de piedra arenisca roja antigua de esta región es muy favorable para el descubrimiento de fósiles: las laderas de las montañas, con sus diferentes estratos que, superponiéndose como las páginas de un libro, presentan una exposición contínua del Devónico (de -416 a -359 millones de años) al Misisipiense (desde -345 hasta -320 millones años), con un paso progresivo y alterno marino-continental.
Este tipo de paleo-ambiente es precisamente el de los primeros "insectos", ya que están relacionados con los crustáceos marinos.
Este descubrimiento abre nuevas perspectivas para la investigación de paleo-ambientes de esta región, ahora bajo clima polar semi-desértico, pero que antaño lo fue templado, y cubierto de exuberante vegetación durante el Terciario.
De hecho, las inclusiones (desde bacterias a insectos) que puede contener el ámbar podrían proporcionar una información única.
Durante esta expedición, el equipo de investigación también descubrió muchos otros yacimientos paleontológicos en los estratos de mayor edad (arenisca roja típica del Devónico), donde el material hallado será estudiado en los laboratorios del Museo Nacional de Historia Natural, como, por ejemplo, huellas espectaculares de trilobites (artrópodos acuáticos).
Comentarios
Este nuevo yacimiento de ámbar (sustancia orgánica de origen vegetal) es el más septentrional encontrado hasta ahora. Fue descubierto durante una expedición conjunta de científicos del CNRS y el Museo Nacional de Historia Natural de Francia, cuya ambición era descubrir fósiles de artrópodos terrestres, y tratar de datar la salida del agua de los primeros insectos (Insecta y Hexapoda) así como la aparición de sus descendientes alados en el Devónico. Había mucho en juego, ya que, hasta la fecha, muy pocos registros fósiles de artrópodos terrestres de este tipo se han descubierto en el mundo.
Gran parte de la misión tuvo lugar en la Península Dicksonland, en los valles glaciares que rodean la ciudad fantasma rusa de Pyramiden. El espectacular paisaje de piedra arenisca roja antigua de esta región es muy favorable para el descubrimiento de fósiles: las laderas de las montañas, con sus diferentes estratos que, superponiéndose como las páginas de un libro, presentan una exposición contínua del Devónico (de -416 a -359 millones de años) al Misisipiense (desde -345 hasta -320 millones años), con un paso progresivo y alterno marino-continental.
Este tipo de paleo-ambiente es precisamente el de los primeros "insectos", ya que están relacionados con los crustáceos marinos.
Este descubrimiento abre nuevas perspectivas para la investigación de paleo-ambientes de esta región, ahora bajo clima polar semi-desértico, pero que antaño lo fue templado, y cubierto de exuberante vegetación durante el Terciario.
De hecho, las inclusiones (desde bacterias a insectos) que puede contener el ámbar podrían proporcionar una información única.
Durante esta expedición, el equipo de investigación también descubrió muchos otros yacimientos paleontológicos en los estratos de mayor edad (arenisca roja típica del Devónico), donde el material hallado será estudiado en los laboratorios del Museo Nacional de Historia Natural, como, por ejemplo, huellas espectaculares de trilobites (artrópodos acuáticos).
Jurassic Park!
Expertos han estimado que con el ámbar de este yacimiento se podrán fabricar 100.000 nuevos semáforos.
Habrá algún mosquito atrapado ?
chan chan !!!!
Algunas fotos de Pyramiden, la ciudad fantasma rusa, y sus montañas...
http://pueblosfantasma.wordpress.com/2010/01/11/pyramiden/
http://www.flickr.com/photos/neilbanas/3467479094/
Y pensar que esa zona durante el Terciario era calurosa y con mucha vegetación...
Yo soy más de Cruzcampo, pero bueno... ¡Venga esa Ambar zaragozana!