Imposible negar importancia a la crisis que sufre la Iglesia Católica. Para graficarla basta recordar que un Papa tuvo que renunciar, hecho muy poco común, y que Jorge Bergoglio intenta ser respuesta a semejante problema. No faltan voces que adjudican al nuevo Pontífice carácter "revolucionario". Esta curiosa revolución, tipificada con el adjetivo "actitudinal", intenta preservar intacta la doctrina católica. Una pregunta golpea: ¿resolver la crisis sin cambio de doctrina?
Comentarios
Hay que leer "La puta de Babilonia".
el papa no hace más que hablar y habla y hablar de revolución, pero todavía no ha tocado nada. Parece un político del PSOE...
Pues a mi me parece q tiene mérito intentar adoctrinar a una sociedad con acceso al conocimiento como la occidental. Los mecanismos de marketing q está utilizando son los adecuados para los tiempos de crisis q corren. Un papa populista q lo mismo vale para la crisis de valores europea q para los holigans latinoamericanos, q forman la cantera.
Lo tiene más complicado q las religiones q operan en regímenes feudales como el islam.
Ahora nos toca decidir, acabamos con el catolicismo con el uso de la razón o lo dejamos medrar como baluarte frente al islam?
Q chorra mundo en el q vivimos
#1 Para mí no tiene ningún mérito en el momento en que, al menos en España, tienen acceso a los niños. Convencer a un adulto sin problemas emocionales para que crea en el zombie judío sí que tiene mérito, pero adoctrinar a un niño para que sea creyente toda su vida no tiene el menor mérito por mucho acceso a la información que tengamos
#4 Spain is diferent (and very dificult todo esto) y aún se permite adoctrinar en el colegio a los niños, pero eso en otros países no pasa