Mientras se trabaja, son muchos quienes se lamentan de los horarios, el salario, las relaciones laborales o el estrés, entre otros factores. Pero el trabajo es una fuente muy importante de bienestar psicológico y social, que se constata cuando se pierde. El primer gran impacto del desempleo es el padecimiento del síndrome de la invisibilidad, afirma este psicólogo. Cuando una persona es víctima de este síndrome, siente que "no le ven".
El gran engaño del siglo XX fue convencernos (se consiguió) de que el trabajo dignifica, de que es bueno que todo el mundo trabaje. Para mí lo bueno sería que trabajase el menor número de personas que hiciese falta.
Hoy si no trabajas eres un fracasado, aunque no te haga falta. Si eres mujer, eres una doble fracasada subyugada a tu marido. Han estigmatizado de tal forma al parado que ahora le entran hasta depresiones y síndromes como el de la noticia.
Era mejor tenernos a todos en "el mercado de trabajo"; tener dos sueldos viene muy bien para duplicar las cuotas de alquileres e hipotecas. No sea, además, que no podamos hacer cosas tan necesarias como cambiar de tele o coche cada 2 años. O, lo que es peor, no vaya a ser que nos de por pensar que nos han hecho renunciar por "cuatro duros" a lo único que no se puede comprar ni recuperar: el tiempo.
Es ese sentimiento que tenían algunos esclavos negros en EEUU, que después de liberados, volvían a las plantaciones a suplicar que los encadenaran de por vida: se sentían "invisibles"...
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El gran engaño del siglo XX fue convencernos (se consiguió) de que el trabajo dignifica, de que es bueno que todo el mundo trabaje. Para mí lo bueno sería que trabajase el menor número de personas que hiciese falta.
Hoy si no trabajas eres un fracasado, aunque no te haga falta. Si eres mujer, eres una doble fracasada subyugada a tu marido. Han estigmatizado de tal forma al parado que ahora le entran hasta depresiones y síndromes como el de la noticia.
Era mejor tenernos a todos en "el mercado de trabajo"; tener dos sueldos viene muy bien para duplicar las cuotas de alquileres e hipotecas. No sea, además, que no podamos hacer cosas tan necesarias como cambiar de tele o coche cada 2 años. O, lo que es peor, no vaya a ser que nos de por pensar que nos han hecho renunciar por "cuatro duros" a lo único que no se puede comprar ni recuperar: el tiempo.
Es ese sentimiento que tenían algunos esclavos negros en EEUU, que después de liberados, volvían a las plantaciones a suplicar que los encadenaran de por vida: se sentían "invisibles"...
Seran los efectos psicologicos de no tener sueldo. Dame 1000 euros al mes sin tener que trabajar y veras como no me entra nunca depresion.