No seré el primero. Ni el último. Porque, el debate sobre la celebración de corridas de toros en nuestro país, lleva años enfrentando a los denominados “pro” y “anti” taurinos. Y a pesar de que intento alejarme de todo lo “anti”, por una vez, elijo llevar ese prefijo con orgullo. Porque me siento orgulloso de defender el derecho a la vida de un animal noble y bello (como así describen aquellos que disfrutan con su sangrienta carnicería) como pocos. El derecho a no ser torturados por un señor armado y ataviado con un modelito que eleva a los al
Comentarios
No me gusta el etiquetado. Pones "matar" y "toro" separados. Estaría mejor "matar toro". De todas formas es un meneo interesante
Como decía Ghandi; “La grandeza de una nación y su progreso moral pueden ser juzgados por la manera en que trata a sus animales”. Eso se puede sumar como valor añadido a la marca "España"
Yo puedo entender a los protaurinos, que sus argumentos tendrán, cómo lo de la tradición, y que es su afición, etc. Aunque me parezcan argumentos insuficientes, pero los entiendo.
Lo que no es comprensible es que el estado se posicione y considere a eso de matar animales como espectáculo un símbolo pátrio y lo defienda y subvencione. Esto, no tiene perdón.