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#12:
Qué coincidencia... acabo de volver de Santillana del Mar, y visité el Museo de la Tortura, por lo que pude ver este método de tortura. Había de todo, algún método de tortura requería romperte los huesos para atarte a una especie de jaula, y según se dice, se te seguía alimentando (así dura más el sufrimiento) mientras los pájaros siguen picoteándote.
Lo más suave era unos maderos con los que te agarraban los pies, luego te los mojaban con agua salada, y ponían a alguna cabra muerta de hambre que comienza lamiéndote los pies y acaba dejándotelos en huesos.
Había de todo, realmente horrible. Muy triste que los inquisidores hiciesen todo eso en nombre de Cristo, nada más alejado de lo que Cristo hubiese deseado. Las locuras humanas a las que los humanos podemos llegar a cometer... que asco.
Lo más suave era unos maderos con los que te agarraban los pies, luego te los mojaban con agua salada, y ponían a alguna cabra muerta de hambre que comienza lamiéndote los pies y acaba dejándotelos en huesos.
Había de todo, realmente horrible. Muy triste que los inquisidores hiciesen todo eso en nombre de Cristo, nada más alejado de lo que Cristo hubiese deseado. Las locuras humanas a las que los humanos podemos llegar a cometer... que asco.
Comentarios
Qué coincidencia... acabo de volver de Santillana del Mar, y visité el Museo de la Tortura, por lo que pude ver este método de tortura. Había de todo, algún método de tortura requería romperte los huesos para atarte a una especie de jaula, y según se dice, se te seguía alimentando (así dura más el sufrimiento) mientras los pájaros siguen picoteándote.
Lo más suave era unos maderos con los que te agarraban los pies, luego te los mojaban con agua salada, y ponían a alguna cabra muerta de hambre que comienza lamiéndote los pies y acaba dejándotelos en huesos.
Había de todo, realmente horrible. Muy triste que los inquisidores hiciesen todo eso en nombre de Cristo, nada más alejado de lo que Cristo hubiese deseado. Las locuras humanas a las que los humanos podemos llegar a cometer... que asco.
no faltaba en ninguna cámara de torturas que se preciara de serlo
Eso me ha sonado a un amigo enseñándole el castillo a otro: "y mira, mira que cámara de torturas, tiene por lo menos 15 metros cuadrados, muy luminosa, toda exterior, y como puedes ver viene ya con todo, no he tenido que tocar un tornillo".
Qué cruel es el ser humano. Somos expertos en autodestruirnos y en generar sufrimiento.
Moraleja: si no quieres morir ajusticiado no inventes ninguna máquina con esos fines (creo recordar que lo mismo le sucedió al inventor de la guillotina y el garrote vil).
Todo lo que sale de "historias con historia" es digno de llegar a portada, un blog genial.
#12 yo recuerdo ser niño y ver justamente esas cosas en mi ciudad, pero era una exposición itinerante. Lo de la cabra que te lamía hasta dejarte el hueso me impresionó de aquella, aunque también recuerdo el resto de cosas. Pero bien pensado, ¿yo qué hacía de niño viendo una exposición sobre métodos de tortura? Así estoy...
Tendemos a protestar ante una acción salvaje "¡vaya animalada!".
¿Acaso a los animales se les ocurriría hacer algo así? Quizás debiéramos usar esta nueva interjección "¡Vaya humanilada!"
lo mejor era hacerse después colgantes con los huesos... lo más de lo más
El ser humano, siempre usando el ingenio para lo mismo
Yo vi uno de esos en un museo de la Inquisición en Santillana del mar (Cantabria) y a parte del toro este, que era impresionante lo bien logrado que estaba el animal, habia otros aparatos igual o peores, una visita totalmente escalofriante
En España, como eramos pobres quemábamos a la gente directamente en la hoguera.
#16 Se hacen cosas mucho peores ahora. La evolución de la mala leche humana no ha conocido freno.
Luego nos preocupamos por los animales, pero anda que menudos angelitos somos con nosotros mismos, siempre buscando cómo joder al prójimo. Este comentario incluido
Es escalofriante digno de Hostel 3. Solo imaginarme el ambiente donde se hubiera llevado a cabo la tortura con todo el ritual, metiendo al reo en el aparato y las masas segurmaente aplaudiendo y esperando a que sonasen los primeros gritos del toro es aterrador.
¡Qué bárbaros eramos entonces! Menos mal que ya no se hacen este tipo de cosas.
Qué imaginación tenía la iglesia para inventar torturas. Y luego eran tan dogmáticos y contrarios al "libre pensamiento". Se ve que tenían una mente muy retorcida.
"El hombre es un lobo para el hombre"
Lo de mejorar la calidad del sonido meha llegado torturas en HIFI
Barbacoa!