Hace 13 años | Por Imperfecto a elconfidencial.com
Publicado hace 13 años por Imperfecto a elconfidencial.com

A un país que carece de alma no lo salvan ni los más brillantes gestores, y conviene ir avisando de ello. Si no existen de fondo ideas y compromisos que vayan un poco más allá del consabido plato de garbanzos, es decir, las reformas económicas, la desintegración se convierte en un proceso inexorable.