Una investigación realizada en Australia con más de 3.700 adultos jóvenes ha revelado que la espiritualidad de la Nueva Era, o las nuevas formas de religiosidad, pueden afectar negativamente al bienestar del ser humano. Centradas en la auto-transformación y excesivamente individualistas, estas prácticas religiosas acaban mermando la capacidad de relación social de los jóvenes, así como su salud mental.
También y por experiencia propia ya que tuve mi etapa "New Age" fomenta la inercia ya que con sus visualizaciones y pensamientos positivos te garantizan una "vida feliz". Ojalá sea cierto pero descubrí que es más un escape de la realidad que lleva al fracaso ya que para llegar a ser realmente una persona más completa y dichosa se requiere de mucho más esfuerzo y compromiso con uno mismo y con la vida que solo imaginar/visualizar figuras y "cosas lindas".
Quizás se puede interpretar el estudio al revés: Los que se interesan en el New Age son los que YA ANTES no estaban satisfechos con su vida. Ya sufrian ansiedad, etc...
Con todo yo veo mucho más saludables a los new agers que a los católicos que se manifiestan contra los homosexuales o a los wahabbitas que estrellan aviones contra edificios o los creacionistas que se quieren cargar toda una disciplina científica. Los integrantes de religiones tradicionales pueden funcionar de maravilla, seguramente el islamista que se vuela por los aires no sufre depresión y anda bastante eufórico por la vida, como el evangélico que saca de contexto frases de científicos para atacar la evolución, a lo mejor tampoco se deprime, pero desde luego como grupo no van en la dirección más conveniente para la humanidad ¿Y que hacen los new agers? Bueno de vez en cuando se suicidan en masa a las órdenes del guru, es decir, a lo sumo se quitan de en medio, por lo tanto ¡son los menos peligrosos!. Cualquier religión es un engaño y una desdicha por muy bien que haga funcionar al individuo o a la comunidad, cosa que además es harto cuestionable. De todas formas estos sociólogos lo llevan claro, porque en un régimen de mayores libertades e información, donde hay muchas opciones donde elegir y donde la presión del Estado o del grupo ya no obliga a las personas a mantenerse dentro del culto nativo la propia programación religiosa (de la religión tradicional) que les han hecho a los adultos cuando eran niños es la principal causa de que anhelen y se pasen a otras formas de espiritualidad que en algún momento pueden considerar más atractivas.
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También y por experiencia propia ya que tuve mi etapa "New Age" fomenta la inercia ya que con sus visualizaciones y pensamientos positivos te garantizan una "vida feliz". Ojalá sea cierto pero descubrí que es más un escape de la realidad que lleva al fracaso ya que para llegar a ser realmente una persona más completa y dichosa se requiere de mucho más esfuerzo y compromiso con uno mismo y con la vida que solo imaginar/visualizar figuras y "cosas lindas".
Quizás se puede interpretar el estudio al revés: Los que se interesan en el New Age son los que YA ANTES no estaban satisfechos con su vida. Ya sufrian ansiedad, etc...
Seamos realista. Pidamos lo imposible.
Y ni mencionar que hay muchos instructores y falsos gurúes haciendo mucho dinero con todo esto.
Con todo yo veo mucho más saludables a los new agers que a los católicos que se manifiestan contra los homosexuales o a los wahabbitas que estrellan aviones contra edificios o los creacionistas que se quieren cargar toda una disciplina científica. Los integrantes de religiones tradicionales pueden funcionar de maravilla, seguramente el islamista que se vuela por los aires no sufre depresión y anda bastante eufórico por la vida, como el evangélico que saca de contexto frases de científicos para atacar la evolución, a lo mejor tampoco se deprime, pero desde luego como grupo no van en la dirección más conveniente para la humanidad ¿Y que hacen los new agers? Bueno de vez en cuando se suicidan en masa a las órdenes del guru, es decir, a lo sumo se quitan de en medio, por lo tanto ¡son los menos peligrosos!. Cualquier religión es un engaño y una desdicha por muy bien que haga funcionar al individuo o a la comunidad, cosa que además es harto cuestionable. De todas formas estos sociólogos lo llevan claro, porque en un régimen de mayores libertades e información, donde hay muchas opciones donde elegir y donde la presión del Estado o del grupo ya no obliga a las personas a mantenerse dentro del culto nativo la propia programación religiosa (de la religión tradicional) que les han hecho a los adultos cuando eran niños es la principal causa de que anhelen y se pasen a otras formas de espiritualidad que en algún momento pueden considerar más atractivas.