Una pasajera de un autobús se asustó a medianoche al oir a un pasajero tunecino rezando y escuchar un par de veces la palabra "Osama". Avisó al conductor, que dió parte a la policía. Ésta cerró inmediatamente la autopista A1 durante dos horas y envió un equipo de 20 investigadores, fuerzas especiales y perros adiestrados para encontrar explosivos. Al final resultó que el ciudadano tunecino se llama Osama e incluía su nombre en las oraciones.
Comentarios
Yo no soy racista pero................
De verdad que estamos idiotas...
A ver si ahora uno no va a poder tener nombre
No veas como está el patio...
Espero que a esa imbécil se le haga pagar todo el despliegue de su bolsillo.
#4 La culpa no es de esa mujer, que como ella habrá miles, sino de quien le ha echo caso. Esa mujer no ha decidido activar ese despliegue.