En España hay miles de adolescentes con una orientación o identidad sexual no mayoritaria (gais, lesbianas, transexuales, bisexuales). Para muchos, es un periodo de ocultación, que puede ser muy frustrante si no consiguen el apoyo de la familia. Pero no es cuestión de precipitarse para decirlo, afirma la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales en una guía que acaba de...
Que alguien de tu familia se declare gay no significa nada a estas alturas de la historia. Lo que sí resulta duro es enterarte de que un hijo tuyo quiere ser político.
#2 Y así debería ser, y quizá lo sea cuando se vea como lo que es: algo normal. De todas formas ya puede ser que en algunos casos haya sido así, en familias en que se haya hablado de esos temas con normalidad o en casos de personas a los que su tendencia sexual es bastante evidente.
Cuando salí del armario con mi familia a los 16 años me planteé que no era buena idea decir "mamá, tengo una novia" sino "mamá, me gustan las chicas". Y es un consejo que les doy a todos los adolescentes.
Sabía que al principio los padres suelen buscar culpables y centrarían todo el asunto en la otra chica, esa malvada que me había reclutado. Pensé que era mejor que asumieran cuanto antes que el "problema" no era que tuviera una novia, sino que después de esta posiblemente tendría otra.
No fue ni mucho menos un caminito de rosas, 15 años después aún lo recuerdo como el proceso más dicífil por el que he pasado en mi vida, pero al cabo del tiempo es como si todo tu cuerpo respirase hondo.
#5 Pues yo seguí ese camino que tu no recomiendas. Y tengo que decir que tienes razón. Le dije que era gay y que me iba a casa de mi novio a dormir y no le sentó nada bien. Tras tener que salir del armario casi 3 veces en pocos días para que le entrase en la cabeza, luego hablé más calmadamente con mi padre sobre el tema me decía que él me estaba intentando comprar con regalos y agasajos (nos habiamos hecho regalos porque era San Valentín) y que me había como bien dices "reclutado".
Elegí ese camino por el novio y por el hecho de querer dormir y estar con él sin tener que despertarme de madrugada para volver a casa, era lo que me motivaba para decirselo a mi padre, era lo que me daba valor para dar el paso. Pero sí reaccionó tal y como comentas y fuiste inteligente al pensar en esa posible reacción que a mi no se me ocurrió.
Saludos
#7 Claro, cuando tienes tu primera pareja es cuando te apetece más contarlo, primero porque no hacerlo te obliga a mentir en muchas ocasiones; y segundo porque te sientes más fuerte y con confianza. Mi motivación también fue esa, aunque decidí abordarlo de raíz
Ah, muy bonito... ¿Y para los heterosexuales qué? ¿Qué federación nos ayudará a contarle nuestra preferencia sexual a nuestros padres? ¡Estamos discriminados!
Espero que el Foro de la Familia ponga la denuncia pertinente. El sexo no es un tema para tratar en familia, y al igual que yo nunca he tenido que contarle a mis padres que me atraen las mujeres, no veo por qué estos pervertidos fomentan que los pobres e inocentes adolescentes traumaticen así a sus progenitores.
Comentarios
Que alguien de tu familia se declare gay no significa nada a estas alturas de la historia. Lo que sí resulta duro es enterarte de que un hijo tuyo quiere ser político.
- Hola papá, soy homosexual.
- Ah, pues muy bien. ¿Qué quieres de comer? he comprado para hacer cocido.
Qué cosas, como molaría ¿eh?
#2 Por experiencia propia, a veces es así
#2 Y así debería ser, y quizá lo sea cuando se vea como lo que es: algo normal. De todas formas ya puede ser que en algunos casos haya sido así, en familias en que se haya hablado de esos temas con normalidad o en casos de personas a los que su tendencia sexual es bastante evidente.
Cuando salí del armario con mi familia a los 16 años me planteé que no era buena idea decir "mamá, tengo una novia" sino "mamá, me gustan las chicas". Y es un consejo que les doy a todos los adolescentes.
Sabía que al principio los padres suelen buscar culpables y centrarían todo el asunto en la otra chica, esa malvada que me había reclutado. Pensé que era mejor que asumieran cuanto antes que el "problema" no era que tuviera una novia, sino que después de esta posiblemente tendría otra.
No fue ni mucho menos un caminito de rosas, 15 años después aún lo recuerdo como el proceso más dicífil por el que he pasado en mi vida, pero al cabo del tiempo es como si todo tu cuerpo respirase hondo.
#5 Pues yo seguí ese camino que tu no recomiendas. Y tengo que decir que tienes razón. Le dije que era gay y que me iba a casa de mi novio a dormir y no le sentó nada bien. Tras tener que salir del armario casi 3 veces en pocos días para que le entrase en la cabeza, luego hablé más calmadamente con mi padre sobre el tema me decía que él me estaba intentando comprar con regalos y agasajos (nos habiamos hecho regalos porque era San Valentín) y que me había como bien dices "reclutado".
Elegí ese camino por el novio y por el hecho de querer dormir y estar con él sin tener que despertarme de madrugada para volver a casa, era lo que me motivaba para decirselo a mi padre, era lo que me daba valor para dar el paso. Pero sí reaccionó tal y como comentas y fuiste inteligente al pensar en esa posible reacción que a mi no se me ocurrió.
Saludos
#7 Claro, cuando tienes tu primera pareja es cuando te apetece más contarlo, primero porque no hacerlo te obliga a mentir en muchas ocasiones; y segundo porque te sientes más fuerte y con confianza. Mi motivación también fue esa, aunque decidí abordarlo de raíz
Ah, muy bonito... ¿Y para los heterosexuales qué? ¿Qué federación nos ayudará a contarle nuestra preferencia sexual a nuestros padres? ¡Estamos discriminados!
Espero que el Foro de la Familia ponga la denuncia pertinente. El sexo no es un tema para tratar en familia, y al igual que yo nunca he tenido que contarle a mis padres que me atraen las mujeres, no veo por qué estos pervertidos fomentan que los pobres e inocentes adolescentes traumaticen así a sus progenitores.
¡Acabáramos!
El titular me confunde:
-Papá, mamá, sentaos, tengo que contaros algo... sois homosexuales.