Rubia, bien parecida. Alrededor de los treinta. Falda corta y floreada. Camisa estampada, sin demasiado escote. «Un chupito», pidió. «Son tres euros», reclamó la camarera tras servirle la consumición. La joven llevaba dos; y él, casualmente, estaba al lado, en la barra, bebiendo un whisky con 'seven-up', el primero de la noche.
Comentarios
No estaba ahí para darle el placer de la "prespituación"... sino por robar!!!
#1
Mecharon droja en el seven-up.
Esto es bastante conocido. Me parece que alguien se cree que se está reinventando la rueda.