[c&p] Como ya todos saben, las fobias son miedos, casi inexplicables e irracionales, a cosas, animales o situaciones. Todos saben del miedo a las alturas, o a los insectos, pero a la hora del sexo también hay otros miedos: Agrafobia: se refiere al miedo al abuso sexual. Erotofobia: es el temor a hablar de cualquier cosa que tenga que ver con el sexo. Eurotofobia: es el miedo a los genitales femeninos.
Fobia a las secreciones durante el acto sexual, tanto genitales como extragenitales: lubricación peneana, vaginal, semen, sangre menstrual, sudoración y saliva.
Fobia a los olores sexuales. Generalmente son personas que tienen que ducharse antes (y después) de tener una relación sexual, ya que los olores naturales del cuerpo, en los que se incluyen las feromonas propias y las del otro, no se soportan. Este es un rasgo de carácter típicamente obsesivo, siempre que descartemos una higiene genital inadecuada del estímulo fóbico.
Fobia al sexo bucogenital. Descartando las dos fobias anteriores, la sensación de asco y excusas religiosas como “eso no es lo que dios manda”, inauguran el relato de los pacientes con miedo a la fellatio y/o cunnilingus, subyaciendo prejuicios y mitos individuales, pero también culturales.
Fobia al beso profundo. Hay una imposibilidad de poder besar haciendo uso de la lengua. Aducen asco y/o terror de ahogarse con la lengua del otro.
Fobia al coito anal, hetero u homosexual. Algunos homosexuales masculinos mantienen relaciones sexuales por años sin ser penetrados o penetrar a sus parejas. En estos casos, dicha actividad no forma parte de la pareja por una subjetiva gama de motivos, aunque uno de ellos puede ser fóbico: por un lado el miedo al dolor, y por otro, prejuicios como “si me penetran dejo de ser hombre... soy la mujercita... soy una marica...). Fenichel plantea que los fóbicos anales procuran evitar a toda costa cualquier tipo de excitación anal, y yo agrego, inclusive evitan sentir cualquier tipo de placer evacuatorio. A esta fobia sexual, la acrecienta nuestra cultura homofóbica y sexista. Si fuera necesario, los sexólogos deberemos explicar la forma de practicar el coito anal, para evitar el dolor.
#10:
#9 vale, una más y dejo el resto para la hora pr0n:
Fobia a la autoestimulación. Este trastorno se observa más en las mujeres y generalmente son las que nunca se han mirado los genitales en un espejo y cuando se higienizan lo hacen rápidamente, para no tomar contacto prolongado con la zona,
por miedo a sentir placer sexual.
Fobia a las secreciones durante el acto sexual, tanto genitales como extragenitales: lubricación peneana, vaginal, semen, sangre menstrual, sudoración y saliva.
Fobia a los olores sexuales. Generalmente son personas que tienen que ducharse antes (y después) de tener una relación sexual, ya que los olores naturales del cuerpo, en los que se incluyen las feromonas propias y las del otro, no se soportan. Este es un rasgo de carácter típicamente obsesivo, siempre que descartemos una higiene genital inadecuada del estímulo fóbico.
Fobia al sexo bucogenital. Descartando las dos fobias anteriores, la sensación de asco y excusas religiosas como “eso no es lo que dios manda”, inauguran el relato de los pacientes con miedo a la fellatio y/o cunnilingus, subyaciendo prejuicios y mitos individuales, pero también culturales.
Fobia al beso profundo. Hay una imposibilidad de poder besar haciendo uso de la lengua. Aducen asco y/o terror de ahogarse con la lengua del otro.
Fobia al coito anal, hetero u homosexual. Algunos homosexuales masculinos mantienen relaciones sexuales por años sin ser penetrados o penetrar a sus parejas. En estos casos, dicha actividad no forma parte de la pareja por una subjetiva gama de motivos, aunque uno de ellos puede ser fóbico: por un lado el miedo al dolor, y por otro, prejuicios como “si me penetran dejo de ser hombre... soy la mujercita... soy una marica...). Fenichel plantea que los fóbicos anales procuran evitar a toda costa cualquier tipo de excitación anal, y yo agrego, inclusive evitan sentir cualquier tipo de placer evacuatorio. A esta fobia sexual, la acrecienta nuestra cultura homofóbica y sexista. Si fuera necesario, los sexólogos deberemos explicar la forma de practicar el coito anal, para evitar el dolor.
#9 vale, una más y dejo el resto para la hora pr0n:
Fobia a la autoestimulación. Este trastorno se observa más en las mujeres y generalmente son las que nunca se han mirado los genitales en un espejo y cuando se higienizan lo hacen rápidamente, para no tomar contacto prolongado con la zona,
por miedo a sentir placer sexual.
#17 1- Una de las reglas a tener en cuenta es intentar hacerlo cuando se logre suficiente excitación en la pareja.
2- Es recomendable usar un lubricante ya que el recto es un músculo que no esta diseñado para ser penetrado, a diferencia de la vagina, este no posee lubricación propia. El lubricante tiene que ser a base de agua para no dañar el preservativo, además en el mercado encontramos algunos que tienen cualidades desinflamatorias y analgésicas también.
3- Muchas veces es necesario dilatar y relajar las estructuras del esfínter anal, para esto tenemos los dilatadores anales, cuyo tamaño es ideal ya que están diseñados para tal fin, disminuyendo significativamente el dolor. http://blogs.clarin.com/sexualidad-sin-tabues/2008/7/1/sexo-anal-sin-dolor-
Comentarios
Euskofobia: Miedo a no tener sexo nunca
#6 por haberlas haylas:
Fobia a las secreciones durante el acto sexual, tanto genitales como extragenitales: lubricación peneana, vaginal, semen, sangre menstrual, sudoración y saliva.
Fobia a los olores sexuales. Generalmente son personas que tienen que ducharse antes (y después) de tener una relación sexual, ya que los olores naturales del cuerpo, en los que se incluyen las feromonas propias y las del otro, no se soportan. Este es un rasgo de carácter típicamente obsesivo, siempre que descartemos una higiene genital inadecuada del estímulo fóbico.
Fobia al sexo bucogenital. Descartando las dos fobias anteriores, la sensación de asco y excusas religiosas como “eso no es lo que dios manda”, inauguran el relato de los pacientes con miedo a la fellatio y/o cunnilingus, subyaciendo prejuicios y mitos individuales, pero también culturales.
Fobia al beso profundo. Hay una imposibilidad de poder besar haciendo uso de la lengua. Aducen asco y/o terror de ahogarse con la lengua del otro.
Fobia al coito anal, hetero u homosexual. Algunos homosexuales masculinos mantienen relaciones sexuales por años sin ser penetrados o penetrar a sus parejas. En estos casos, dicha actividad no forma parte de la pareja por una subjetiva gama de motivos, aunque uno de ellos puede ser fóbico: por un lado el miedo al dolor, y por otro, prejuicios como “si me penetran dejo de ser hombre... soy la mujercita... soy una marica...). Fenichel plantea que los fóbicos anales procuran evitar a toda costa cualquier tipo de excitación anal, y yo agrego, inclusive evitan sentir cualquier tipo de placer evacuatorio. A esta fobia sexual, la acrecienta nuestra cultura homofóbica y sexista. Si fuera necesario, los sexólogos deberemos explicar la forma de practicar el coito anal, para evitar el dolor.
...¿sigo?
Huir de ciertos meneantes cuenta como fobia sexual?
#9 vale, una más y dejo el resto para la hora pr0n:
Fobia a la autoestimulación. Este trastorno se observa más en las mujeres y generalmente son las que nunca se han mirado los genitales en un espejo y cuando se higienizan lo hacen rápidamente, para no tomar contacto prolongado con la zona,
por miedo a sentir placer sexual.
Ultraterrenofobia diodenal. Miedo irracional a la eventual agresión sexual de un zombi.
#8 Sí
#1 Nombres, queremos nombres.
#11 , .....ooooh....¡¡¡oh my god!!!
#1 , Samarkanda_ ......Samarkan.... Sa... cagüen, ya te has vuelto a escapar.
#8 Sí, sigue, no pares... sí, yes... yes... oh... yessss... don't stop... ooooh...
Pues me parecen pocas, con lo raro que está el mundo últimamente...
#3 shhhhhh... te lo juro que no quieres saber, especialmente tu
#14 , y la gran mayoría de los hombres (ya sabemos las excepciones, pero...la gran mayoría de los hombres).
#17 1- Una de las reglas a tener en cuenta es intentar hacerlo cuando se logre suficiente excitación en la pareja.
2- Es recomendable usar un lubricante ya que el recto es un músculo que no esta diseñado para ser penetrado, a diferencia de la vagina, este no posee lubricación propia. El lubricante tiene que ser a base de agua para no dañar el preservativo, además en el mercado encontramos algunos que tienen cualidades desinflamatorias y analgésicas también.
3- Muchas veces es necesario dilatar y relajar las estructuras del esfínter anal, para esto tenemos los dilatadores anales, cuyo tamaño es ideal ya que están diseñados para tal fin, disminuyendo significativamente el dolor.
http://blogs.clarin.com/sexualidad-sin-tabues/2008/7/1/sexo-anal-sin-dolor-
#3 Yo es que siempre fui muy miedítica...
#8
Fobia al coito anal
De eso sufren mucha mujeres ¿no?
Muchos anuncios x hay en la página de la noticia...
coito anal! nooooooooooooooooooo
#8 ¿Pero existe alguna forma de penetración anal sin dolor?
#18 Oye.. ¿Crees que podrías convencer a mi novia? A mi no me cree lo de "Venga, que despacito no duele"
#19 ¿Vas a dejar que ella haga lo mismo contigo?