#9:
#7 Con respecto a lo de si la luz jode las pinturas me figuro que las incandescentes se cargarán bastante los colores al estar muchas horas encendidas, pero el flash (y sobre todo si sabes regularlo convenientemente) es un pulso cortísimo de una luz bastante blanca.
Para que te hagas una idea, con mi flash debería tirar unas 100 fotografías para que la pintura reciba el equivalente a un segundo de luz solar directa.
Lo que si es verdad, y por lo que estoy muy de acuerdo en prohibirlo, es que los flashes joden a los que intentamos ver las pinturas.
El 99% de la gente que veo tirando fotos no tiene ni p*ta idea de utilizar el flash... y no hacen nada más que molestar sacando unas fotos que quedarían mejor si comprasen las postales en la entrada de los templos.
#3:
#2 Es verdad que no hubiera llegado a este documental de no ser por lo que ha pasado con el Ecce homo, pero me ha parecido interesante este tema. Que fue una chapuza que llegó hasta el congreso, y el tema de la firma como intentaron justificarlo y demás.
#7 Con respecto a lo de si la luz jode las pinturas me figuro que las incandescentes se cargarán bastante los colores al estar muchas horas encendidas, pero el flash (y sobre todo si sabes regularlo convenientemente) es un pulso cortísimo de una luz bastante blanca.
Para que te hagas una idea, con mi flash debería tirar unas 100 fotografías para que la pintura reciba el equivalente a un segundo de luz solar directa.
Lo que si es verdad, y por lo que estoy muy de acuerdo en prohibirlo, es que los flashes joden a los que intentamos ver las pinturas.
El 99% de la gente que veo tirando fotos no tiene ni p*ta idea de utilizar el flash... y no hacen nada más que molestar sacando unas fotos que quedarían mejor si comprasen las postales en la entrada de los templos.
#9 Tienes toda la razón en el tema flash, unos pocos por sí solos, no dañarían gran cosa. El problema viene cuando son chorrocientos cada día, y encima, no son bien utilizados.Pero incluso así, con la fotografía digital, las cosas han cambiado mucho y ,si las obras están bien cuidadas ( que no siempre es el caso... luces halógenas ilumninando directamente cuadros, humedades, cuadros expuestos a la luz solar sin filtros, salas sin clima controlado, etc.. ) no debería haber mayores problemas, con lo cual acabas pensando en que les interesa mucho el copyright y la tiendecita de souvenirs.
No soy restaurador.
Me gusta la fotografía y la verdad es que para conseguir una buena fidelidad de colores hay que trabajárselo bastante:
- la cámara ha de estar calibrada (se corrigen pequeñas desviaciones en los tonos de la matriz bayer del sensor) y hay que disparar en RAW para que no se pierda información al manipular el original
- hay que conseguir un buen balance de blancos utilizando la tarjeta que te he puesto sacando una foto de referencia con las mismas condiciones de iluminación
- el espacio de color en el que trabajas sea el adecuado
- el monitor ha de estar calibrado y hay que cuidar las condiciones de iluminación en las que manipulas la foto
- la impresora ha de estar calibrada para la tinta y papel concretos que vas a utilizar
En fin... que no es tan sencillo como "pinto del color que me sale en la pantalla y ya está".
Me figuro que para una restauración en condiciones lo suyo es utilizar un espectómetro portatil y hacer comprobaciones sobre unas muestras de pintura ya secas.
#2 Es verdad que no hubiera llegado a este documental de no ser por lo que ha pasado con el Ecce homo, pero me ha parecido interesante este tema. Que fue una chapuza que llegó hasta el congreso, y el tema de la firma como intentaron justificarlo y demás.
Este verano estuve en los monasterios de Bucovina, en Rumanía.
Flipé bastante cuando vi a las restauradoras sacar fotos a ciertas partes de los frescos para replicar después los colores en otra de las capillas, basándose en lo que veían en la pantalla de la cámara.
Estaban sacando las fotos iluminadas por unas luces incandescentes y con el flash.
Saqué mi carta de colores de la mochila y les intenté explicar que eso era lo que había que utilizar para asegurar la fidelidad de los colores, e imprimir las fotos en un soporte opaco... pero no me hice entender y pasaron de mí como de comer mierda.
#6 Una pregunta, ya que parece que sabes del tema; los focos incandescentes y los flashes a parte de ser poco efectivos para la restauración ¿no son perjudiciales para la pintura?
Comentarios
#7 Con respecto a lo de si la luz jode las pinturas me figuro que las incandescentes se cargarán bastante los colores al estar muchas horas encendidas, pero el flash (y sobre todo si sabes regularlo convenientemente) es un pulso cortísimo de una luz bastante blanca.
Para que te hagas una idea, con mi flash debería tirar unas 100 fotografías para que la pintura reciba el equivalente a un segundo de luz solar directa.
Lo que si es verdad, y por lo que estoy muy de acuerdo en prohibirlo, es que los flashes joden a los que intentamos ver las pinturas.
El 99% de la gente que veo tirando fotos no tiene ni p*ta idea de utilizar el flash... y no hacen nada más que molestar sacando unas fotos que quedarían mejor si comprasen las postales en la entrada de los templos.
#9 Tienes toda la razón en el tema flash, unos pocos por sí solos, no dañarían gran cosa. El problema viene cuando son chorrocientos cada día, y encima, no son bien utilizados.Pero incluso así, con la fotografía digital, las cosas han cambiado mucho y ,si las obras están bien cuidadas ( que no siempre es el caso... luces halógenas ilumninando directamente cuadros, humedades, cuadros expuestos a la luz solar sin filtros, salas sin clima controlado, etc.. ) no debería haber mayores problemas, con lo cual acabas pensando en que les interesa mucho el copyright y la tiendecita de souvenirs.
No es el Eccemono pero ya le vale al "restaurador".
No soy restaurador.
Me gusta la fotografía y la verdad es que para conseguir una buena fidelidad de colores hay que trabajárselo bastante:
- la cámara ha de estar calibrada (se corrigen pequeñas desviaciones en los tonos de la matriz bayer del sensor) y hay que disparar en RAW para que no se pierda información al manipular el original
- hay que conseguir un buen balance de blancos utilizando la tarjeta que te he puesto sacando una foto de referencia con las mismas condiciones de iluminación
- el espacio de color en el que trabajas sea el adecuado
- el monitor ha de estar calibrado y hay que cuidar las condiciones de iluminación en las que manipulas la foto
- la impresora ha de estar calibrada para la tinta y papel concretos que vas a utilizar
En fin... que no es tan sencillo como "pinto del color que me sale en la pantalla y ya está".
Me figuro que para una restauración en condiciones lo suyo es utilizar un espectómetro portatil y hacer comprobaciones sobre unas muestras de pintura ya secas.
Tema del fin de verano: "La restauración en España. Esos iluminados".
#2 Es verdad que no hubiera llegado a este documental de no ser por lo que ha pasado con el Ecce homo, pero me ha parecido interesante este tema. Que fue una chapuza que llegó hasta el congreso, y el tema de la firma como intentaron justificarlo y demás.
Este verano estuve en los monasterios de Bucovina, en Rumanía.
Flipé bastante cuando vi a las restauradoras sacar fotos a ciertas partes de los frescos para replicar después los colores en otra de las capillas, basándose en lo que veían en la pantalla de la cámara.
Estaban sacando las fotos iluminadas por unas luces incandescentes y con el flash.
Saqué mi carta de colores de la mochila y les intenté explicar que eso era lo que había que utilizar para asegurar la fidelidad de los colores, e imprimir las fotos en un soporte opaco... pero no me hice entender y pasaron de mí como de comer mierda.
Doctores tendrá la iglesia...
#6 Una pregunta, ya que parece que sabes del tema; los focos incandescentes y los flashes a parte de ser poco efectivos para la restauración ¿no son perjudiciales para la pintura?
¿Y Rajoy no dijo entonces que la culpa era de Zapatero?
Total el que no hubiera gobernado todavía no tiene ninguna importancia.
Y yo recuerdo otro en el que enseñaban chapuzas acometidas por empresas privadas, como por ejemplo la Capilla Sixtina