Hace 12 años | Por hovercraft85 a elpais.com
Publicado hace 12 años por hovercraft85 a elpais.com

El Gobierno del Partido Popular, por medio de los ministerios de Asuntos Exteriores y Cultura, ha ofrecido a Mario Vargas Llosa la presidencia del Instituto Cervantes. En estos momentos, el Premio Nobel sopesa la proposición, que de ser aceptada por su parte conllevaría algunos retoques indispensables en el organigrama del Instituto que vela por la promoción exterior de la lengua y de la cultura españolas. En la actualidad, la máxima autoridad de la institución es el director, que en adelante seguiría siendo un cargo ejecutivo.

Comentarios

Puski

Según la noticia, Vargas Llosa quedaría como un director florero o diplomático, es decir: sería la persona que se ocuparía de los discursos y las visitas institucionales, mientras que el director ejecutivo, por llamarlo así, sería un cargo más técnico y en la sombra, pero que tendría el poder real.

A lo largo de la historia del Cervantes el poder ha estado de hecho ya repartido de manera desigual dependiendo de quién fuera el director o la directora. Durante ciertas épocas, el poder real lo tenía el secretario general, mientras que con Caffarel, la línea política la ha marcado ella (por ejemplo la decisión de abrir centros en Asia o la de crear el Canal Cervantes, que dicho sea de paso, nos cuesta una pasta y no lo ve nadie), pero ha habido otros personajes por debajo de ella que han tenido bastante poder (de ahí, por ejemplo el peso que ha ganado el departamento de Gestión Comercial frente a Gestión Académica).

Si de verdad se elige a una figura de perfil técnico, como había prometido Rajoy para todos los cargos por debajo de los ministros, puede que eso sea positivo, aunque habrá que ver la dependencia política que tenga la persona elegida.

En los centros en el exterior habría que hacer lo mismo, porque hasta ahora PP y PSOE han utilizado los puestos de director como moneda para pagar favores políticos con resultados en ocasiones desastrosos; porque ponen a gestionar un presupuesto, a dirigir a una plantilla de entre diez y cuarenta personas, y a representar a España a poetas, periodistas, profesores de universidad o traductores que puede que sepan escribir muy bien (a veces ni eso) pero también pueden no tener ni idea de lo que es la gestión de recursos humanos, acción cultural, gestión comercial, etc. O ponen a un político que en su vida ha salido de su provincia o de su Comunidad nada menos que a representar a España y a tratar con administraciones extranjeras. A veces por no saber, no saben ni la lengua del país, ni inglés siquiera. Es como poner a un chimpancé a pilotar un 747 (por no hablar de pifias financieras, malversaciones, acosos, enfrentamientos con la embajada de España, etc.). A estos directores habría que quitarles poder convirtiéndolos en un florero o, para no duplicar salarios, directamente cambiarlos por técnicos, que pueden ser diplomáticos de carrera, gente de la casa que promocione, o un cuerpo específico creado ad hoc.

gelogelo

Me parece una opción razonable después de comprobar que en España han desaparecido los intelectuales del mapa.

Toftin

¿Este no había pedido el voto para UPyD?

Tarod

Buena idea, compro!

damysos

Dios los cría...

D

Según el artículo, Vargas Llosa le dice en su momento a Aznar que no se hace cargo del Instituto Cervantes, ahora llega el nuevo gobierno y le ofrece el cargo de presidente creado expresamente para él ya que todavía no existe, según el artículo el máximo dirigente es el director que, de aceptar el puesto, pasaría a ser un cargo ejecutivo más.

Resumiendo, cambian un organigrama para duplicar un cargo así sin más ¿y nos quedamos todos contentos? (desconozco la retribución de esta gente, pero es para pensarse la necesidad de este tipo de puestos creados de la nada)

nemesisreptante

Entendí "El Gobierno ofrece a Vargas Llosa la tutela de Remedios Cervantes"

Hubiese sido mucho más divertido.